Todo Cambio

Capitulo 22

Un mes habían pasado desde que Christopher no volvió a volver a a ver a la castaña, cosa que lo desesperaba a la hora de no poder siquiera comunicarse con la chica. El chico suspiro apretando sus labios, contar ovejas como le había recomendado Avril no servía de mucho, aunque bien sabía de que la chica no se refería a eso.

El castaño se levanta esa mañana, y luego de vestirse parte hacia la primera planta de su casa, observando a su madre en la sala del lugar, y rodando los ojos al visualizarla, la relación no había mejorado en lo absoluto.

El chico coloca la capucha de su swetter, y como todas las mañanas parte hacia fuera, en donde camina a paso rápido hacia el correo, en donde sujeta en sus manos la gran correspondencia de esa mañana.

Volviendo a caminar hacia su hogar, suspira por el frió, y se acerca al living, sentándose junto a su madre quien alza una ceja observando al castaño.

-Buenos días-exclama la mayor.

-Buen día-responde el castaño bajo.

Rápidamente comienza a revisar cada sobre, tirando encima de la mesa, las cosas sin importancia para el, como las facturas, hasta que se topa con uno interesante.

-Wow-anuncia abriendo el sobre con una sonrisa-.¡Esto es fantástico!-anuncia el castaño parándose en su lugar.

-¿Algo interesante?

-¡Me dejarán ser el fotógrafo de la ceremonia Henderson! ¡ES GENIAL!-exclama el chico.

La mayor sonríe, a pesar de la gran rivalidad con el, en el último tiempo, sonríe por el.

-Es hoy, es esta noche, ¡Dios, debo prepararme!

-Creo que hay algo aquí que también es de tu incumbencia...-murmura la mayor, extendiendo el sobre amarillento.

Christopher frunce el ceño, tomando el sobre entre sus manos, y rompiendo rápidamente este una vez que ve el sello de la universidad.

-¡MALDITA SEA, ME ACEPTARON EN LA UNIVERSIDAD!-exclama en lo alto-.¡ME ACEPTARON EN LA UNIVERSIDAD DE CAROLINA DEL NORTE!

*

Una hora antes que la fiesta comience, Christopher ya se encuentra en la misma, por razones obvias de sacar fotografías previas a la velada. El castaño no puede ocultar la gran sonrisa en sus labios, por, donde se encuentra hoy y la gran sorpresa de la aceptación de la universidad que tanto soñó ir, desde que era pequeño.

El chico baja de la limusina, agradeciendo a su paso a Abram, el cual sonríe y ha felicitado al chico por su gran logro, observando así como Christopher entra al lugar.

El cual se encuentra decorado con increíble telas y una mayor cantidad de globos purpura, una gran cantidad de mesas y velas, y una gran escalera en el espacioso salón, en la cual se despliega una increíble y radiante alfombra roja.

El chico sonríe a gusto con el lugar, en el momento que observa como la morocha aparece entre las personas de los preparativos, y esta le devuelve el gesto de sorpresa.

-Así que Christopher-exclama Anabella asintiendo.

Ambos se saludan con sus manos formalmente.

-Anabella...-susurra el chico, recordando la primera vez que había visto a la mujer-.Estoy encantado de volverte a ver, y muy feliz por este lugar que me otorgaste, significa muchísimo para mi.

-No es nada Christopher, me alegro que estés bien, espero que tengas una linda velada, puedes ir preparando y tomando fotos del lugar.

-Encantado, e igualmente, esto será un éxito.