Capitulo 7

188 23 0
                                    

-Dios Nick. Si tu hermana te ve en estas condiciones de seguro eres hombre muerto-me queje mirando al chico que yacía sentado en una esquina en el callejón que lo arrastre en cuanto lo encontré bailando en el medio de las vías del tren completamente ebrio y drogado.

-Avril...Avril....Avril, esa chica tiene carácter pero jamás mataría ni a una mosca-el arrastra las palabras al hablar. Rasque mi cabello en forma de frustración. Paciencia Christopher.

-No puedes hacer esto mas Nick, está mal.

-Toda mi vida está mal. Estoy muy jodido cuñado. Charlie aun no me ha encontrado, ni aunque le pague todo el dinero que le debo me perdonara la vida, Charlie quiere venganza. El quiere matarme, y cuando me encuentre será mi fin-sigue hablando con un acento de borracho que apenas puedo entender sus palabras.

-¿No tienes miedo de decir eso?

-¿Miedo? ¿De qué? ¿De la muerte? No cuñado...cuando eres una persona como yo con tantos problemas...ya no tienes miedo al morir, es más, se torna como un alivio.

-¿Qué hay de tu hermana? Le harás mucho daño al irte, ella te necesita.

-Tal vez sí. Supongo que seré un cabron por sacarle miles de lágrimas que no merezco. Pero ya tiene a alguien más en su vida que cuidara de ella, Avril no me necesita, ella es extremadamente fuerte además ahora te tiene a ti, ella podrá seguir con su magnífica vida.

-Ah...¿No hay algo que pueda hacer por ti?

-No Thompson ni el dinero ni nada solucionara esto. Iré a un mundo mejor...estaré con mis padres que es lo que mas anhelo. Solo prométeme una cosa cuñado, nunca dejes a la pequeña Avril, ella en verdad te ama.

-Y yo la amo ella. Te lo prometo cuñado-pero cuando finalice mi oración unos leves ronquidos se hicieron presentes haciéndome saber que Nick se había quedado dormido.

-¡Aquí están!-grito una voz que bien conocía. Gire mi cabeza sobre mi hombro y vi a una Avril agitada caminar hacia mí.
-¡Hey!-salude. Avril se cruzo de brazos mirándome indiferente.
-¿Donde está Nick?-por la oscuridad que había en el callejón no se veía la esquina en donde estaba su hermano ¿}
-El...
-¡NICK! ¡SAL DE DE DONDE QUIERA QUE ESTES MALDITO DROGADICTO!-grito pero en vez de una respuesta recibió un gran ronquido. Ella giro su cabeza hacia el rincón y vi a Nick el cual roncaba como un pequeño niño. Una vez más ella iba a abrir la boca para gritar pero la interrumpí antes que lo hiciera.

-Espera...bebe, déjalo dormir. Se nota que tuvo un día muy agitado.
-¡Agitado! ¿Él? ¿Estás escuchando las tonterías que estás diciendo? De seguro también esta ebrio. ¿No es así? Ya no soporto esto, se comporta como un pequeño crio, cuando Charlie lo encuentre le sacara los sesos y el sigue comportándose como un idiota-se quejo sentándose a mi lado-No quiero perder a Nick como perdí a mis padres, ya pedi a mi pequeña hermana al solo quiero tener a mi hermano mayor a mi lado.
-Es difícil, pero haremos todo lo posible para que eso no suceda.
-Espero que nada de esto termine mal...-suspiro y enrolle mis brazos en su  cuerpo.
-Tranquila...estaré aquí pase lo que pase.

...

-¿Cómo te fue hoy, cariño?-oí la voz de mi madre mientras estaba por la mitad de las escaleras.
-Bien...-agradecía el hecho de que mi madre no hubiera invitado a la familia Anderson a cenar nunca.
-¿Has visto a Rebecca el día de hoy?-Y vamos nuevamente con el tema "Rebecca Anderson"
-Madre, nosotros solo somos amigos, nada más. No pasara nada mas entre ella y yo. Y que quede claro, nunca saques ese tema nuevamente.
-Has estado agresivo hace ya más de un mes. Desde que quisiste conocer "El mundo exterior" has cambiado hijo. ¿Qué sucede?
-No lo entenderías...
-¿Y cómo crees eso? Soy tu madre.
-Que seas mi madre no dice nada. Te conozco lo suficientemente bien para saber que no entenderías que me está ocurriendo.
-Ouch...eso sí que duele.
-Lo siento madre, espero que aun día lleguemos a una clase de acuerdo y pueda contarte más de mi vida.
-Espero que ese día llegue pronto. No me gusta la idea de no conocer a mi hijo.
-Eso ya depende de ti y de la forma que aceptes las cosas...

Subí a mi habitación y cuando estaba dentro de ella decidí acostarme en la acogedora cama, tome la cámara fotográfica y me dedique a observar las fotos, el 99, 9% de ellas eran de mi novia. Pase las fotos hasta llegar a las primera, cuando la conocí, cuando mi mundo cambio...cuando toda mi vida dio un giro, me di cuenta que mi madre tenia razón.

Yo había cambiado...pero aunque ella creía que era para peor, para mí era el mejor cambio y decisión que había tomado en mi vida. Sonreí ante aquella foto que nos había tomado la pareja de jóvenes en la que Avril y yo estábamos junto a la gran estatua. Reí recordando cuando la chica dijo que nos acercáramos, ella se había convertido en mi mundo, deje la cámara a un lado y me tape con las mantas.

Avril era lo mejor que me había pasado y odiaría si la perdiera por la gran mentira que le estaba ocultando. ¿Las cosas hubieran resultado iguales si ella de un principio se enteraba de la verdad? No, claro que no, ella ni siquiera me hubiera hablado. Lo extraño era que ella todavía no se hubiera percatado de la verdad, sin duda cuando lo supiera seria hombre muerto.

Deje que mi mente no pensara en esas posibilidades y me dispuse a pensar en otra cosa, mis clases de fotografía comenzaban solo en una semana y media, tenía que comenzar a prepararme lo mas antes posibles.
Mi mente viajo a Rebecca, si mi madre supiera que le estuve mintiendo todo este tiempo que salía con ella de seguro me interna en algún colegio de arquitectura alejado de la sociedad, tendría que acercarme a Rebecca y al menos hablar con ella.
Dios, nunca me había percatado de que alguien le fuera a contar a mi madre todas las cosas ilegales que hacíamos junto a Avril...si se enteraba de eso...ahí sí que de veras moriría.
Me pare y camine al piano, debía relajarme y distraerme si no quería que mi cabeza explotara. Y así lo hice me deje llevar con las teclas y la hermosa melodía hasta que pareció que los problemas se iban pero yo sabía perfectamente que seguían allí.

Todo Cambio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora