EPILOGO

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Años mas tarde...

Carolina del norte.

Los invitados entraban rápidamente a la ceremonia, en donde se realizaría el esperado evento para ambas personas, aquel evento tan especial. Los distintos asistentes guiaban a todos aquellos hacía el patio del fondo, el cual había sido una gran discusión al elegir el lugar donde se realizara el evento.

Pero como siempre Avril gano.

Los paparazzi estaban ansiosos en la salida de la casa de los Thompson McKarie, esperando captar una foto de la pareja.

Bueno, todos estaban ansiosos por ver a la pareja entrar, pero aún faltaba un pequeño tiempo para ello.

Solo un paparazzi tuvo el derecho de entrar, y aunque Christopher protesto que el podía sacar las fotos del casamiento, la-ahora rubia-había dicho que no rotundamente.

Claro obviamente, Avril se había aclarado el color de su cabello, pero aquello era lo menos para resaltar en esos momentos, ambos jóvenes se iban a casar en aquel preciso día, ambos luego de tanto tiempo por fin iban a hacerlo.

Ya habían pasado años desde que ambos habían podido superar sus errores y someterse a una vida juntos, los cuales día a día sembraban su amor.

Habían pasado unos años ya desde que ambos escaparon hacía Carolina del norte, y en donde el éxito de Avril había comenzado a crecer, la chica a sus 26 años era la cantante de pop/rock mas conocida de Estados Unidos, y Christopher el fotógrafo mas alabado hasta en Hollywood.

*

Cuando por fin había llegado el gran momento, en el jardín todos los invitados se encontraban, y el único fotógrafo estaba en una transmisión en vivo los casi novios no aparecían por ningún lado.

-¿Sabes que me van a matar? ¡No puedes verme con el vestido, Chris!-exclama la chica arreglando su cabello y el vestido sentándose en la cama matrimonial.

Christopher roda los ojos nervioso y se sienta frente a la chica ofreciendo así su guitarra.

-¿Ahora? ¿Quieres que cante ahora?-demanda incrédula la rubia.

-Sabes que eso ayudaría a mis nervios, y ayudara también que las chicas no me maten cuando te vi de blanco y arruine la buena suerte de nuestra boda.

-Claro, si luego de esto tenemos mala suerte es tu culpa.

La chica tomo la guitarra entre sus manos, haciendo que la melodía saliera de sus cuerdas vocales, y los acordes tocados por sus dedos ya hábiles.

Observando el rostro de su novio, que en pocos instantes se transformaría en su esposo. No había roto la promesa a sus padres ni hermanos, había cumplido, porque su vida había tenido sentido, había podido superar cada obstáculo, la chica recordó que todo aquello fue las palabras que les dijo a su familia, una vez que en el día de ayer abordara un avión hasta New York, de ese modo, pudo sentirse mas a gusto en el día de hoy .

Una vez que la canción se había dado por finalizada, Christopher se acerca a la chica rápidamente, no se habían dado un mínimo beso en todo el día, y en el momento que sus labios iban a impactar, las chicas y asistentes salieron de detrás de la puerta.

-¡Alto ahí, Christopher!-grito una.

-¡Tienen suerte que los dejamos terminar con la canción!-exclamo otra.

-¿¡Escucharon todo!?-exclama Avril incrédula-.¿Y que si le hacía sexo oral acá? ¿Ustedes también lo hubieran visto?

Todas observan con disgusto, y Chris ríe.

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