Capitulo 5

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DIAS DESPUES

Mire a la chica a mi derecha una vez más. Su pelo volaba a causa del viento de primavera. Una gran sonrisa se plantaba en su rostro y sus ojos no dejaban de ver el sol que ya se estaba por ocultar. Había sido una gran agitada y hermosa tarde junto a ella como todos los días. Estire mi mano para colocar un mechón rebelde de su cabello detrás de su oreja izquierda. Avril giro en mi dirección y rio. Amaba esa risa.

-Lindo. ¿No?-dijo
-¿El atardecer? Es hermoso
-Es la primera vez que veo uno tan bello
-Mas bello es pasar el tiempo contigo. No sería lo mismo sin ti
-Ow. Eso es demasiado dulce-rio y se acostó en mi pecho. Mis brazos rodearon su cuerpo y mis dedos pulgares trazaban pequeños círculos en su espalda.
-Gracias, Avril.
-¿Por qué?- dirigió su vista curiosa y confusa a la mía.
-Déjalo. Yo me entiendo...-ella rio por mi acto estúpido y se acerco a mis labios depositando un corto beso.
-Yo te agradezco Chris por aparecer en mi vida
-Gracias tú por aparecer en la mía
-Tu y Nick es la ultimo que me queda. Sin ustedes no se que haría-se aferro mas a mi
-Tranquila. Nunca me iré. Te quiero Avril
-Y yo te quiero a ti Chris.
Y justo en ese momento para finalizar un hermoso día el sol se oculto de una manera única en el horizonte.

...

-¿Qué te parece un helado ahora?
-Oh, seria magnifico-dijo levantándose automáticamente y dando pequeños aplausos como una niña pequeña, reí por lo bajo negando para luego levantarme yo también.
Caminamos hasta la heladería más cercana frente a una pequeña plaza.

-Si quieres espérame en la plaza. Yo iré por los helados. De fresa. ¿No?-pregunte
-¿Los pagaras tu? 
-Oh si claro Avril. No te preocupes por eso. Tu solo siéntate en un banco y espérame
-Como diga, señor-se acerco rápido a mí y deposito un beso en mi mejilla-No demores
-No lo hare-cruce la calle y entre a la heladería. Pedí dos helados y chequee rápidamente mi celular. No llamadas, no mensajes uff es un alivio que mi madre no molestara, solo por la razón de que mentí diciéndole que saldría a cenar con Rebecca Anderson una chica de mi mismo estatus que  ni siquiera me interesa en lo mas mínimo. Mis pensamientos fueron interrumpidos por la chica que tenía ya mis helados los tome y pague. Salí con una sonrisa en mi rostro pero esta se borro automáticamente al ver en la dirección que Avril estaba sentada con unos 5 hombres, uno que otro chillido salía de los labios de esta. Deje caer los helados de mis manos y corrí hacia ella, eran todos chicos-como de mi edad-uno de ellos sujetaba a Avril salvajemente de sus pequeñas muñecas mientras la sacudía bruscamente.
-¡Suéltala idiota!-grite acercándome pero dos de los otros matones me sujeto.
-¡Ya suéltalo Charlie!-Grito Avril
-Oh, ¿Con que ahora estamos de novia?-se burlo aquel enfermo ahora identificado como Charlie. ¿Sería el mismo Charlie que le dio una golpiza a Nick?
-¡El no tiene nada que ver con mi hermano, idiota!-volvió a gritar Avril. Oh, así que si era ese Charlie.
-Escucha pequeña zorra. Ya, en este preciso momento me dirás donde está tu hermanito
-¿Para qué? ¿Para qué tus matones lo golpeen hasta matarlo? ¿O para que tú mismo lo mates? No, no soy tan idiota como tú para darte información que se que no tengo que darte-sonrío con malicia.
-Escucha-dijo ahora Charlie jalando el cabello de Avril lo cual hizo que me tense en mi lugar-No te hagas la lista conmigo, nena. Tu hermano se metió en un gran pozo, y me las va a pagar. Disfruta de tu hermano Avril, no le queda mucho tiempo de vida-dijo y para terminar la soltó haciendo que ella callera al piso-Y coincidiera esto como una advertencia o amenaza. Adiós, linda-dijo y se acerco a mí-Y tu muchacho, aléjate de ellos si no quieres tener problemas conmigo-los matones me soltaron y todos fueron caminando en dirección contraria a nosotros.
Rápidamente me acerque a la chica, que estaba llorando ya. Estaba hecha una pequeña bolita y su espalda se contraía por cada sollozo que daba. La abrace y ella se apoyo en mi pecho, escondiendo su rostro.
-Estoy en problemas Christopher, debes irte. Debes dejarme, mi vida no tiene valor en cambio tú tienes una por delante-termino y sobo su nariz, la abrace aun más.
-No me iré, saldremos de todo esto juntos Avril.
-¿Lo prometes?-levanto su rostro empapado y me observo. Se veía tan inofensiva, tan frágil, tan vulnerable. Pero sabía también que era una gran guerrera y los dos saldríamos a salvo de este gran embrollo.
-Lo prometo-dije acercándome a sus labios y besarlos con calma y suavidad.

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