Set me free-Levkatsu

9:Karma

Kait pov

Viernes

Si fueras el auto de Lev ¿Cómo serías?

En lo personal no me gustaría ser su auto, tener que cargarlo de aquí para allá no debe ser muy agradable.

Ahora me siento mal por el auto, debe ser todo un tormento tenerlo de dueño.

Me encuentro afuera, en el estacionamiento del estudio buscando el auto de Ares, con una playlist preparada de con las mejores reinas del pop para sentirte como una verdadera "girly pop". Ares es más de Rock pero de vez en cuando debería sacar su lado más fashion ¿Cierto?

Ugh soné cómo mi mamá cuando quiere comprarme ropa

El punto es que un pajarito me dijo que el emo para el cual trabajo está preparado una canción y que normalmente se inspira escuchando su playlist mientras va en el auto, y como soy una mente maestra del mal, pienso cambiar la playlist por la que preparé. Sé que no es la gran cosa pero es trabajo honesto, se lo merece por ser un maldito pomeranio egocéntrico ¿Por qué pomeranio? Fácil ¿Si han visto esas cosas? Aparentan ser una cosita preciosa pero en realidad son un demonio que puede arrancar tu dedo si te descuidas. En fin, cree que puede salirse con la suya ¡claro! Hace una broma a la maquillista y como es su jefe puede seguir sin pagar ninguna consecuencia. ¡PUES NO!

Sigo buscando el auto pero no lo encuentro por ningún lado, no falta mucho para que la rata visca salga, así que tengo que apurarme.
Entiendo que está mal lo que haré... pero no puede quedarse así el asunto, él empezó y yo solo me estoy defendiendo por el ataque de ayer.

Si mi memoria no me falla fue justamente a esta hora mientras me encontraba acomodando las cosas para poder irme a casa. Había terminado rápido mis tareas así que Dan me dejó irme temprano con la condición de que acomodara los materiales del salón; todo estaba de maravilla hasta que a cierto Chihuahua explosivo se le ocurrió que era un buen momento para hacer una broma.

Jueves, 4:30 p.m.

Cerré el último cajón de cosas y recordé que había dejado mi mochila en el estudio, salí del salón en el que me encontraba y me acerque al estudio donde justamente se estaba realizando una junta importante con unos directores y al parecer el manager de Lev.

Existen dos reglas importantes a la hora de trabajar con Daniel Cabana:
No.1: Nunca hables mal frente a él sobre Oscar Wilde porque lo considera un genio del arte, la belleza y el equilibrio.
No.2: Nunca interrumpas su silencio.

La primera es cuestión de andar con cautela, pero la segunda es un peligro total para la humanidad. Daniel Cabana es conocido por amar la música como fuente de inspiración para su arte, no es por nada que ama trabajar con músicos... pero a la hora de entrar en reuniones y tomar decisiones, siempre pide que se esté en silencio a excepción de la otra persona. Y sin duda ODIA que lo interrumpan.

Sip, estoy jodida.

Entro sigilosamente en el estudio y Dan está parado frente a la ventana escuchando a uno de los hombres mientras los demás están sentados prestando atención. Intento caminar los más silencioso posible pero eso no evita que él voltee un poco la cabeza hacia donde estoy.

Ya sabe que estoy aquí.

Tomo un respiro y me apresuro a tomar mis cosas cuando escucho su voz firme resonando en cada parte del estudio.

-Kait- levanto la mirada y me encuentro con la de él, en ese momento todos, absolutamente todos voltean a mirarme y logro palpar la incomodidad en el aire.

-¿S-si señor? - digo con la voz un poco temblorosa esperando un regaño. Tu puedes Kait, tu puedes.

-Cierra la puerta cuando salgas- y todos vuelven a mirar al otro lado

¿Y ya? Eso no me lo esperaba, pero hay oportunidades que no se pueden dejar pasar. Me acerco a la silla donde está mi mochila y la levanto lo más rápido posible hasta que de repente escucho el chillido de la silla arrastrándose por el piso para luego caerse, y evidentemente, generando un escándalo por todo el lugar. Está vez Daniel se voltea y me mira con una intensidad que si no fuera porque fui al baño antes te entrar al salón me hubiera meado aquí mismo.
Intento recobrar la postura, me acerco a la silla para ver qué fue lo que sucedió y descubro que uno de los tirantes de mi mochila estaba amarrado a la maldita silla.

Desamarro la tira lo más rápido que puedo, juro que cuando encuentre al responsable lo hizo la voy a-
Una risa prominente del fondo del estudio me devuelve a la tierra. Busco de dónde proviene la voz y me encuentro con una silueta bastante familiar para mi desgracia, tapándose la boca con una de sus manos para evitar dejar salir la carcajada más grande que la humanidad haya escuchado, esa maldita sanguijuela estaba riéndose de mí.

Pero esa risa no es de algo vergonzoso, es más el tipo de risa que usas cuando algún plan te sale perfecto... Y como si fuera un perfecto rompecabezas, todo encaja en mi cabeza, porque yo no dejaría mi mochila en un lugar tan transitado y mucho menos en una silla, el señor Cabana jamás tocaría mis cosas, Eris no está y el único aquí que me odia y si es capaz de hacer algo así es Ares.

Este grandísimo infeliz, escoria de ser humano ¡me las vas a pagar por todo lo que más quieras maldito imbécil!

Tranquila Kait, talvez solo estás inventando teorías. Ve a tu lugar feliz. Mierda, él era mi lugar feliz...

¡Olvídalo! Eso se acabó, mejor iré a comer algo dulce, siempre me relaja. Antes de que me siga humillando, logro deshacer el nudo, tomo la mochila y tan rápido como puedo consigo llegar a la salida, pero la voz de mi mentor me interrumpe.

-Kait- dice en un tono firme sin quitarme la mirada de encima.

Diosito sé que nunca te he pedido nada, pero te pido que me ayudes porfis a qué no me den la regañada del siglo, porque sé que de esta no me salvo a menos que pase un milagro. Yo sé que no he sido buena persona y perdóname por haberme leído todos esos manhwas puercotes, pero es que enserio enserio me encantó Bj Alex y es mi gusto culposo. Te prometo que haré cualquier cosa Diosito, pero líbrame de esta te lo pido, hazme este favor amén.

-Hablamos mañana, retirarte- Me quiero morir, juro por todas las deidades, que en estos momentos desearía que la tierra se abriera y me tragara.

Salgo lo más rápido que puedo del estudio y me dirijo a la parada de autobús aguantando las ganas de llorar. En cuanto llego a casa entro rápido, me tiro al piso y me convierto en un mar de lágrimas, desearía que nada hubiera pasado; lo que me preocupa es lo que va a decirme mañana mi mentor, se cuánto odia que lo interrumpan y más en una junta importante con el representante de Ares y...y...Y todo vuelve a mí cabeza porque esto no hubiera pasado si... ¡ESE MALDITO PELOS DE ESTROPAJO NO HUBIERA AMARRADO LA ESTÚPIDA MOCHILA! Ya van dos veces que ese chimpancé con piojos me humilla.
Primero se comporta como una basura conmigo, se cree el maldito amo del mundo y ahora piensa que tiene el derecho de andar con sus malditos juegos infantiles JA ¡PUES NO!

Trato de calmarme pero la sangre me está hirviendo por todo el cuerpo y en lo único que puedo pensar es en las mil maneras de arrancarle la cabeza y cada una peor que la anterior.

Entonces una pregunta se fórmula en mi cabeza, como si de revelación divina se tratara.

"¿Qué haría Taylor Swift en mi lugar?"

Y en lo único que puedo pensar es en:

Karma is real

Y está claro que yo quiero ser su karma.