Set me free-Levkatsu

14: Un trago, un putazo y ¿un conocido?

*Kait pov*

Logré llegar a mi casa después de casi cuatro intentos de accidente automovilístico con Dylan al volante.
Comencé a limpiar el lugar lo más rápido posible, ya que más tarde ambos amenazan con visitarme para fisgonear lo que compramos.

Termino de acomodar todo en el armario mientras Kori me espera en la puerta de la habitación con su juguete en la boca. Satisfecha por acabar todos mis pendientes, la tomo en brazos y nos dirigimos al sofá para descansar un rato antes de que lleguen la rubia y la emo.

Normalmente mi casa no permanece tan  desordenada, pero esta semana definitivamente acabó conmigo en todos los sentidos, y todo por culpa de cierto señorito que succiona mi energía como un mosquito.

Suspiro y Kori nota mi cansancio acurrucándose más hacia mi.

-Tranquila, no es para tanto- le digo acariciando su cabeza- solo que estos días han sido demasiado pesados. Pronto iremos de visita con mamá y podrás jugar todo lo que quieras ¿Te parece?

Ella solo mueve la cola alegremente por la noticia. Mi madre se pondrá muy contenta al verla, ambas son como uña y mugre, y el solo hecho de estar separadas las pone tristes.

Más tardo yo en terminar la oración, que ellos en llegar. La risa de Dylan y las quejas de Eris se escuchan desde el otro lado de la puerta avisando su llegada. Dejo a Kori a un lado del sofá para dirigirme a la entrada para recibirlos.

Eris entra primero y me da una beso en la frente.

-Hola Kitty, disculpa que hayamos tardado, es qué ALGUIEN no podía decidir que sabor de helado comprar- Volteo mi mirada al "alguien" para verlo hacer una cara típica de "¿quién? ¿Yo?" y solo puedo reír para adentro

-Oyeeee no me culpes limón agrio, por ser una persona que- corta la oración para pegar un grito- ¡Ayyyy que criatura más bella!- Dylan se acerca, o mejor dicho, se lanza a mi y yo me tenso esperando el impacto...pero pasa de largo para abrazar a la bella pomeranian que descansa en el sofá.

-Pero si es que te ves preciosa con ese vestido. - alaga Dy a Kori por el traje rosa que lleva con la voz mas ridículamente aguda que alguien pudiese tener

-Veo que le queda bien- Me dice Er cruzada de brazos mientras la mira con detenimiento

-Sip, ella es feliz con lo que le regalaste- trato de arremedarle el ademán

-Es bueno escuchar eso, pero el helado se derrite- pone su mano en mi hombro- te traje de limón, camina

Ay mi corazón.

Tomo el helado, ambas nos sentamos en el sofá a lado de Dylan y Kori. El resto de la tarde nos la pasamos revisando lo que hay en las bolsas y una que otra vez modelando los conjuntos hasta que anochece.

Después de un rato, cada uno se encuentra en un rincón diferente. Kori reposa en el abdomen de Eris, mientras Dy está acostado en el piso y yo estoy sentada sosteniendo la cabeza de Er en el sofá.

-Me siento vacío- comenta Dy después de un rato- y si vamos a...

-No- lo detiene Er

-Ni siquiera me dejaste terminar- le reprocha el rubio vagabundo

-No necesito seguir escuchando porque se que es lo que planeas- le arremete.

-Pero yo no se- comento inocentemente

Ambos voltean a verme, Eris con una cara de cállate y Dylan con un brillo en los ojos.

-Cada día presiento más que tú la acercas a la perdición- lo regaña Er.