Una noche con Bella

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Edward pov.


Bella y yo continuábamos abrazados en el prado, hasta que comenzó a anochecer y decidí que ya era hora de volver a casa.

-Creo que ya es hora de volver Bella -dije moviéndola un poco.

- ¿Por qué? quiero seguir así, aquí contigo abrazados.


Lo pensé durante unos instantes a mí también me gustaría estar con ella un poco más pero se que necesita dormir, a diferencia de mí.


-Anda vamos -dije dándole un beso en la parte superior de su cabeza -. Sabes se me acaba de ocurrir algo... ¿por qué no te quedas esta noche en mi casa?-pregunte, deseando que en verdad dijera que si.

-Edward no sé si sea correcto...quedarme esta noche contigo.

- ¿Por qué? no es como si fuéramos a hacer algo malo Bella, solo quiero que te quedes conmigo esta noche y poder continuar abrazándote -trate de convencerla.


Suspiro.


-Esta bien... -hizo una pequeña pausa-. Creo que tu sofá de cuero negro será perfecto para descansar y más si estoy en tus brazos.

-Por eso no te preocupes, hace unos días le pedí a Alice que encargara un cama...la verdad es que no perdía la esperanza que algún día te quedaras en mi casa, conmigo.

-¿Encerio Edward Cullen? ¿Quieres que me quede contigo esta noche? -me pregunto de una manera seductora.


Sonreí ante el sonido de su voz además de que con ello mi parte menos noble sintió una emoción que nunca antes había sentido.


-Por mi quédate todas las noches siguientes -dije y aproveche para levantarnos a velocidad vampírica del suelo.

-Tal vez te tome la palabra.


La tome por la cintura y la acerque a mí para darle un beso. Respondió a él con más emoción de la necesaria. Me separe de ella y uní mi frente con la de ella.

Nunca había sentido antes todas estas emociones juntas en verdad en mí comenzaba a crecer algo nuevo me hacían desearla, como nunca antes había deseado a nadie.


-Bella creo que es mejor que nos vayamos ahora... -dije con una voz un poco ronca.

-Mmm... esta bien -se subió a mi espalda de un brinco.


Corrí hacia la casa con todas mis fuerzas tratando de ocultar el deseo que sentía por ella no era correcto que pensara en Bella de esa forma, en nosotros de esa forma.

Cuando llegamos a la casa no había nadie, no escuchaba sus pensamientos al parecer solo estábamos yo y Bella... solos.


-Llegamos -dije y la baje de mi espalda pero no permitiendo que se separara de mí la lleve dentro de la casa en brazos.

-Edward, sabes que puedo caminar, cierto.

-Lo sé pero en este momento lo menos que quiero es que te separes de mí.


Sonrió.

Buscando mi destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora