Denki e Izuku se la pasaron recorriendo el lugar juntos, caminando uno al lado del otro mientras charlaban de diversos temas, subiendo a uno que otro juego mecánico, olvidando a sus dos acompañantes que no habían aparecido hasta el momento.
También jugaron algunos juegos de puntería, consiguiendo ganar algunos premios, una salida simplemente perfecta.
—¡Tienes una puntería increíble, Midoriya! —el chico electrónico halaga emocionado, llevando en sus manos un bonito peluche de Pikachu.
Izuku suelta una leve risa nerviosa: —N-no es para tanto, Kaminari —dice con las mejillas sonrojadas.
—Si lo es —asegura, mira el peluche y recuerda que no le pertenece, por lo que se lo extiende al pecoso—. Ten, es tuyo.
—No, Kaminari —niega un par de veces y mira al chico, empujando levemente el peluche hacia el rubio—. Puedes quedartelo, a ti te gusta ¿No?
—Si, pero tú te lo ganaste —recuerda y vuelve a extenderlo hacia el pecoso.
—Lo se, pero quiero dártelo —dice y vuelve a empujar el peluche hacia él.
Denki suspira y se resigna—Esta bien, pero acambio te voy a regalar un peluche también —demanda y sin dudar toma al chico del brazo y se acercan a otro de los puestos.
No muy lejos de allí, se encuentra Shoto Todoroki acompañado de Tokoyami, el chico bicolor lleva consigo una cámara, busco un lugar donde vendan camaras y la compro sin dudar, tiene que estar listo para capturar cualquier momento y lo ha hecho, tiene muchas fotos comprometedoras, las cuales puede usar como prueba para dejarle en claro a Izuku que si está enamorado del chico eléctrico.
—No entiendo, Todoroki. ¿Por qué es necesario esto? —cuestiona Tokoyami mientras come una manzana que el bicolor le ofreció.
—Para que Izuku se de cuenta de que él y Kaminari son lindos juntos —explica el bicolor tomando unas cuantas fotos del par que está jugando en uno de los puestos.
Tokoyami suspira: —Sigo sin entenderlo.
Volviendo a la parejita no oficial, ambos estuvieron un buen rato en uno de los puestos, pues en cuando Denki diviso un peluche de All might decidió que tenía que ganarlo a como de lugar para dárselo al pecoso, razón por la que se quedó allí, jugando varias veces hasta que finalmente consiguió su objetivo.
Tan pronto como tuvo el peluche en sus manos volteo y se lo ofreció al pecoso, quien con un brillo de emoción en sus ojos acepto el regalo con gusto, seguido de eso ambos jugaron unos juegos más, para finalmente sentarse en una banca a comer y charlar un poco.
—Entonces... Según tu teoría ¿Shinso y Sero se gustan, pero ninguno parece querer aceptar sus sentimientos? —pregunta y mira al rubio, quien asiente— Eso explica muchas cosas —murmura el pecoso.
—¡Si! Estoy considerando enfrentarlos para hacerles ver sus sentimientos, verlos así es tan frustrante —se queja con un puchero.
—Kaminari, solo dales tiempo —recomienda el pecoso, dándole una última mordida a su banderilla—. Cada persona enfrenta sus sentimientos de distinta forma, no tienes que precionarlos a confesarse —dice el pecoso mirando al chico con la cabeza ladeada.
—Bueno... —acepta resignado—. Pero si siguen así me vere en la obligación de meterme —demanda y de igual forma se acaba su alimento.
—Denki por Dios —niega soltando una risita.
El rubio suelta una risita y continúan charlando, está vez sobre la serie que habían estado viendo, pero en algún momento la atención del chico eléctrico se dirigió a uno de los juegos mecánicos que les faltaba por subir.
Cuál niño pequeño voltea a ver al pecoso con un brillo de emoción en sus ojos: —¡Vamos a la noria! —exclama entusiasmado
—Esta bien, Kaminari —le sonríe dulce.
Tan rápido como tiene esa respuesta, Denki se pone de pie y toma al pecoso de la mano, jalandolo con él hacia el juego, sin saber que provocó un cosquilleo en el estómago del peliverde, quien sin poder evitarlo se sonrojo por tal sentimiento nuevo.
Izuku comenzaba a darse cuenta de que Denki le hace sentir cosas que nunca antes había sentido por nadie, pero todo es tan nuevo que no sabe si es bueno o malo, sacude un par de veces la cabeza y se obliga a volver a la realidad.
Ambos se forman en la fila con todos los demás, en ese pequeño trascurso el chico eléctrico no suelta mano de Midoriya en ningún momento, sin fijarse en la chica que está detrás de ellos mirándolos con ternura.
—Que bonita pareja hacen —suelta ella llamando la atención de ambos.
—¿Pareja? —hablan al mismo tiempo, es en ese momento que notan sus manos juntas.
Las mejillas del pecoso enrojecen a más no poder, Denki tampoco es la excepción, ambos sueltan sus manos de forma abrupta. Ellos no son pareja, pero la idea tampoco les disgusta del todo.
La fila va avanzando rápidamente, hasta que finalmente logran subir al juego, ambos chicos se encuentran en un silencio algo incómodo, después de aquella confusión ninguno sabe que decir realmente, cada uno tiene sus propios pensamientos y están perdidos en estos mismos.
Izuku es quien decide romper ese ambiente incómodo: —Kaminari... —habla llamando la atención del rubio.
—¿Si? —Denki voltea a verlo.
El chico de cabello verde se queda pensando por unos segundos en que decir, por su puesto que había preparado algo para decir, pero en el instante en que vio esos dorados ojos... Su mente quedó en blanco, olvidando cualquier cosa que tuviera que decir.
No lo culpen, no puede concentrarse en nada más... Y es que ¿Cómo podría pensar claramente cuando un par de hermosos ojos dorados lo están mirando de esa forma? Si, los bonitos ojos dorados de Kaminari son como el mismo sol, tan brillantes y cálidos, que le recuerdan a los cálidos rayos de sol por la mañana, una sensación tan bonita y agradable, la misma que el chico le provoca cuando lo ve.
—Midoriya, ¿estas bien? —Kaminari se acerca a su rostro.
Izuku siente sus mejillas arder por la cercanía del rubio, su corazón late con demasiada fuerza y siente una sensación eléctrisante por todo el cuerpo.
Quiere separarse, pero una fuerte sacudía provoca que Denki termine encima suyo y ojalá hubiese sido solo eso, pero no, los labios del rubio quedaron plantados sobre los suyos, dando como resultado un beso accidental, ambos se miran con los ojos muy abiertos, sintiendo como sus mejillas comienzan a enrojecer.
El primero que sale de su sorpresa es el chico eléctrico, quien se aleja a toda prisa, desviando la mirada hacia otro lado, todo para no mirar al pecoso, quien claramente hace lo mismo, ambos están hechos un manojo de nervios.
Ambos están tan metidos en su propio mundo que nisiquiera se cuestionaron la razón de aquel brusco movimiento, lo único que podían pensar era en el beso que se dieron hace unos momentos, es lo único que ronda por la mente de los dos.
¿Qué fue lo que paso exactamente?
Resulta que cierto chico bicolor se acercó al encargado del juego para pedirle que lo mantenga detenido por más tiempo, pero este se negó y termino teniendo una discusión con él, por lo que un poco molesto y harto de la discusión uso su quirk de hielo, lo que provocó que el juego mecánico se desconpusiera.
Arreglar eso definitivamente va costar una buena cantidad de dinero, por suerte tiene la tarjeta del viejo con él.
—Lo siento tanto, tenga. Puede cobrar todos los daños hechos —hace una pequeña reverencia y entrega dicha tarjeta.
Lo único bueno de goda esa situación es que consiguió fastidiar a su padre, así que eso le alegra, ya se imagina la cara del hombre en cuento reciba la factura de los gatos, definitivamente será genial.
Tokoyami por su parte solamente suelta un largo suspiro, definitivamente no debió haber salido de su habitación ese día.
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ʙᴇsᴏs sᴀʙᴏʀ ᴀ ᴠᴀɪɴɪʟʟᴀ [ᴋᴀᴍɪᴅᴇᴋᴜ]
FanfictionLas calificaciones de Denki son tan malas que su profesor lo obliga a tomar tutorías. Izuku es la mejor opción que tiene, debido al acercamiento, la relación de ellos poco a poco se hace más cercana. Denki Kaminari odia el sabor a vainilla, pero des...