𝙏𝙃𝙀 𝙁𝙍𝙀𝙉𝘾𝙃 𝙆𝙄𝙉𝙂 || 𝙔𝙐𝙆𝙄𝙀𝙍𝙍𝙀

3 || Good omega

Yuki despertó en algún punto por el fuerte aroma que percibía, al reincorporarse en su lugar ahí estaba el, observándole con esa azul mirada, recargado en una de las paredes del cuarto con su perfecto traje que estaba seguro, costaba lo que él y su madre ganaban en una década.

— Despertaste — habló firme Gasly sin obtener reacción alguna — ¿pensaste tu decisión? ¿Aceptarás o tendre que hacerlo a la fuerza? — pregunto cruzado de brazos.

Tsunoda ni se inmutó, solo miraba al piso, como si este fuera a darle alguna respuesta.

— Es de mala educación no responderle a tu rey, Yuki — dijo mientras se acercaba mientras el mencionado lo volvía a mirar, haciéndose cada vez más para atrás hasta chocar en la pared, asustado.

— Si, si, lo haré! pero no le hagas nada a mi madre, te lo suplico — respondió llorando el menor. Pierre se terminó de acercar a él, acariciando su rostro ante los sollozos del japonés quien se tensó al sentir su tacto para después desencadenar sus manos, tomándolo entre sus fuertes brazos cargándole como si fuese una princesa.

Lo saco de aquella humeda habitación, el pelinegro por inercia cerró los ojos ante la luz del sol, estaban afuera, al acostumbrarse observó el lugar, mientras más avanzaban más se veían los hermosos jardines del palacio, llenos de flores y completamente bien cuidados. Quedó perplejo mirando estos, cosa que el francés vio.

— Podría llevarte allá si te portas bien — dijo sin mirarle mientras seguía caminando.

El menor le miro con un brillo en sus oscuros ojos, amaba las flores, siempre leía de ellas y sus significados.

No hablaron más en todo el trayecto, solo se enfocaba en pensar en su madre, las lágrimas habían vuelto ¿como estaría ella? no lo sabía, esperaba con todo su ser que estuviera bien, no soportaría que la omega terminara mal solo por protegerle.

El monarca caminó hasta su habitación dentro del castillo, sentía las feromonas alerta del más joven, Yuki le tenía miedo, mucho. Al llegar al enorme cuarto cerró la puerta con llave y guardó esta, no quería que su chico escapara. Fue hasta la cama, recostando al más joven en esta , sentándose a su lado.

— Bienvenido al castillo, Yuki, vivirás conmigo, en mi habitación — habló Gasly.

No hubo respuesta alguna, no iba a aceptarlo, no iba a mostrar sumisión ante las decisiones que tomaba Pierre sobre el. Lo toleraría solo por su madre.

— ¿qué hora es?

— Son las 4:00 de la tarde, desde ayer estas aquí — aclaró el francés.

— ¿desde ayer? En que momento..

— Te sometieron a los efectos de un gas somnífero bastante fuerte, es normal que hayas dormido tanto.

Yuki se dio la vuelta en la cama, dándole la espalda, so quería verle, lo odiaba, sabía que tenía que obedecerle pero no quitaba el hecho de que le había robado de su hogar solo para tenerlo con él.

— Tengo que presentarte ante mis padres, quieren verte lo antes posible — aclaró el alfa, acariciando la cabellera del asiático.

Tsunoda cerró los ojos, no quería, no deseaba ser presentado ante todos como él omega de alguien que no amaba, más bien, alguien que lo había secuestrado, encerrado y prácticamente obligado.

Pierre le volvió a cargar al no ver reacción alguna, esta vez Yuki puso resistencia, apartándose de él, corriendo hasta la puerta para intentar abrirla, sin obtener resultado alguno.

— No intentes escapar de mi, Yuki, olvidas quien soy, soy el rey de este lugar y uno de los más poderosos del mundo, te encontrare donde quiera que estes. Ahora será mejor que cooperes o no tendré de otra — hablo furioso el rubio, acercándose de nueva cuanta al menor.

El más joven no accedió, no fue a él, se quedó quieto en su lugar, mirándole con recelo, con ese miedo que en tan poco tiempo había creado hacia el monarca.

Gasly ya frustrado habló — aquí, ahora — señal por frente a él, usando su voz de alfa. El japonés sintió un escalofrío, esa voz, estaba terriblemente asustado, queriendo frenarse a sí mismo de obedecer aquella orden — Yuki, ven a mi — volvió a decir.

Sin más que hacer, Tsunoda camino hasta el alfa sin mirarle, sabía que sus ojos estarían oscuros y sus pupilas alargadas por el reciente uso de su voz de mando, prefería no verle.

— Buen omega — dijo el rey cuando el pelinegro estuvo frente a él.

Le tomó de la cintura, guiándole hasta el cuarto de baño donde había una estructura circular al centro, cubierta por mármol. Pierre abrió la llave que había en un costado de la tina, dejando el agua fluir mientras se acercaba nuevamente al chico.

Tomó los bordes de la prenda superior del más joven con intención de quitarla, obteniendo una mirada de este, pidiéndole que no lo hiciera.

— Me has demostrado que no puedo dejarte solo, tengo que estar aquí para vigilarte, mon chéri — aclaro siguiendo con su tarea mientras un incómodo Yuki miraba a otro lado.

Quedó encantado al ver el cuerpo de su pequeño, delgado, delicado, sumamente pálido, estaba seguro que si le hiciera un chupete este quedaría marcado por mucho tiempo en aquella blanca piel.

Ayudó un poco a Tsunoda entrar en la bañera, sentándose a su lado fuera de esta, ocupándose de asear a su chico. Al terminar, le vistió y arregló, el menor solo se dejaba hacer, no quería volver a sentir la voz del alfa rebotar en su mente.

Ahora estaba seguro de que nunca podría escapar de aquella nueva pesadilla que estaba viviendo, viviría atrapado en ese lugar, sin ninguna esperanza de salir, sin volver a ser libre.

Gracias por leer 😸
Bye byee

—SaiLec..Ren