𝙏𝙃𝙀 𝙁𝙍𝙀𝙉𝘾𝙃 𝙆𝙄𝙉𝙂 || 𝙔𝙐𝙆𝙄𝙀𝙍𝙍𝙀

21 || Kika

13 de septiembre

Despertó de su pesadilla con la respiración acelerada, dándose cuenta de que seguía junto al risco, el cuerpo fallecido de Roux yacía cerca de el junto a un charco de sangre, miro a su alrededor, encontrando a Damien cerca de el, ¿Cómo había llegado a el?

Llamo al corcel, quién le ayudo a ponerse de pie y subirse a el, la herida en su pecho había dejado de sangrar sin embargo, ardía como mil infiernos. Cuando iba a abandonar el lugar una voz femenina llamo su atención.

— ¿A dónde irás? — pregunto la chica.

El monarca giro su corcel hacia la mujer, mirándola cubriendo el cuerpo de Bastian con una tela.

Vestía una caperuza color negro algo desgastada que no dejaba que se le viera la cara.

— ¿Quién eres?

La fémina retiró la capucha dejando ver su piel morena y cabellos rizados — vi a tu caballo fuera del bosque por la mañana y el me guió hasta ti.

— ¿Eres de un pueblo cercano?

— No — respondió negando con la cabeza — vivo cerca, pero no de ningún pueblo, mi ciudad natal me desterró.

El monarca frunció el ceño ¿Que habría hecho la chica? — ¿Por qué te desterraron?

— No puedo decirlo.

— ¿Sabes quién soy? — la mujer negó — Pierre, un gusto — se presentó el francés.

— Kika — dijo con simpleza — será mejor que cuides esas heridas, un mal movimiento y mueres.

— Tienes razón, tengo que llegar rápido a París.

— ¿Vas hasta París? — Gasly asintió — vas de punta a punta, si vas en caballo ahora mismo te tomara al menos dos semanas en llegar, no podrás ir rápid, el movimiento brusco hara que te lastimes aún más, mi casa está cerca, puedo ayudarte con las heridas, reposas unos días y luego vas a París.

El monarca pensó su desición, creerle a una chica que cababa de conocer o no.

— Te sigo.

Salieron del bosque, lugar donde ya estaba otro corcel de color café y manchas blancas, la mujer subió al animal, comenzando a guiar a ambos hasta su hogar.

— ¿Crees que alguien lo encontrará? — pregunto haciendo referencia al cuerpo de Bastian.

— Ayer pasaron frente a mi casa, alguien además de ustedes dos los siguió, seguramente para este momento ya lo estén buscando.

La casa estaba sobre un árbol a la orilla de un río, camuflada entre las ramas y hojas de los árboles, debajo del árbol había un comedero para caballos, lugar donde desataron a los corceles para dejarlos descansar.

— Andando — bramó la rizada.

El ojiazul la siguió, subiendo por una escalera hasta la casa. Al entrar, un aroma a flores lo invadió, viendo una acojedora y pequeña casa.

— Recuéstate y quítate eso, ya vuelvo — pidió la alfa.

Hizo lo que Kika le dijo, retiró las prendas de la parte superior de su cuerpo, sintiendo ardor al hacerlo. Minutos después, la chica volvió con algunos frascos de diversas plantas, comenzando a curar al rubio.

Después de eso, la mujer se quedó hablando con el por un largo rato, haciéndose amigos.

— Creo que ya sabes por qué me desterraron — hablo la morena.

— Usas la herbolaria — ella asintió — puedes volver a esa ciudad cuando quieras, o si quieres ir a cualquier otra, puedes hacerlo.

— No puedo, me sacarían o incluso me quemarian — soltó algo triste.

— No, no pueden hacerlo.

— Solo porque tú lo dices no van a dejarme vivir en un ciudad.

— Si lo harán, bajo mi mandato, es ilegal que alguien sea desterrado sin mi autorización — hablo firme.

— ¿Quién eres? — cuertiono temerosa.

— Pierre Gasly, monarca absoluto del Reino de Francia.

La mujer le miro sorprendida, estaba hablando con el rey, el dueño de todo ese territorio.

— Yo no permito que alguien sea tratado así, nunca se me dijo que una chica había sido desterrada, cuando vuelva, puedes ir a París conmigo, yo te daré una casa y podrás vivir ahí, por órdenes mías, nadie puede dañarte.

— Mi vida está aquí ahora, no podría dejar todo esto — murmuró con una sonrisa la mujer.

Nunca se dio cuenta de cuánto tiempo habia pasado hasta que llegaron a ser tres semanas, Kika le dijo que su herida había sanado considerablemente, ya podía volver al palacio.

Kika ayudo al monarca a llevar cosas para su viaje, le explicó que hacer su algo pasaba, le regaló unos cuantos remedios por si se lastimaba y le dio comida.

— Gracias por todo — hablo abrazandola, la chica quizás sería lo más cercano a una hermana para Pierre.

— Cuídate mucho — respondió ella — espero la invitación a tu boda con Yuki — si, Gasly le había hablado de su Omega.

— Tan pronto llegue a París te la enviaré, espero verte ahí — sonrió.

— Ya, vete que me harás llorar — bramó la  mujer queriendo reír y llorar a la vez.

Dicho esto el francés río, dando la vuelta para subir a su corcel, tomando dirección a la capital con el mapa que le dio la rizada.

Al fin regresaría con su omega

Gracias por leer
Bye byee 💗

— SaiLec..Ren