XII- Noches de rock

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—Por fin juntos—suspiró Heechul con emoción antes tomar velocidad para pegar un brinco y caer en la cama de JongWoon, justo a un lado de su amigo. 
Lo abrazó con fuerza.

—Por fin—. JongWoon recargó su cabeza en el hombro de su amigo. Extrañaba tener cualquier cosa que platicar con Heechul, un lugar que no fuera la biblioteca o esa veces en las que debía que tener excesivo cuidado cuando abriera su puerta, para evitar verlo en acción con su ahora, ex novio.

—Creo que me gusta más como se ven así las camas—comentó mirando la cama que originalmente era es suya. 

—Pero así estaban cuando ingresamos a la universidad.

—¿Cómo voy a acordarme? Fue hace meses— el contrario rió y se incorporó para sentarse en el borde. 

—Las cambié porque Kyuhyun dijo algo sobre temor a las puertas—. Tantos cambios, y en tan poco tiempo Heechul había terminado con Hangeng; Kyuhyun había dormido muy poco en ese sitió, y esas dos fiestas definitivas que dieron rienda a lo que ahora vivían. JongWoon suspiró.

—Bueno. Me gusta más.

[•★•★•★•]

Esperó a que contestaran el teléfono.
Toda esa situación con Heechul y Kyuhyun lo tenía muy raro últimamente, necesitaba oír a su familia, aunque sea unos minutos.
La llamada a Estados Unidos era cara, claro, si lo calculaba con lo que ganaba en el puesto de Heejin. Pero con ayuda de la maravillosa tarjeta negra, todo era posible.

Finalmente escuchó el dudoso Hola con la voz de su mamá hablando en ingles. Así que decidió seguirla en el mismo idioma. De cualquier forma, más de uno ahí lo hablaba... No tan bien como él, claro.

—¡Hola!—la saludó con un gritito emocionado. Otros alumnos lo miraron extraño pero eso nunca le había importado. No iba a limitar el cariño por sus padres sólo porque otros pensaran cosas de él. 

—Mi amorcito precioso, mi niño divino—habló la señora Kim con voz dulzona—, la cosita más hermosa del planeta. ¿Cómo estás bebé?

—¡No le hables así al niño!—escuchó también a su padre, corrigiendo la forma infantil con la que aún lo trataba su mamá—. Ya es un muchacho.

Bueno. Casi corrigiendo.
Siempre levantaba otra bocina en cualquier lugar de la casa para que JongWoon pudiera platicar con ambos.
—Aght, cállate, fui yo quien lo cargo nueve meses—reclamó fingiendo echarse a llorar— ¿Crees que no puedo llamar a mi hijo como yo quiera?

—Habla rápido que yo también lo quiero saludar.

—¡Ash! Eres un odioso.

—Estoy bien Mamá—interrumpió la graciosa riña entre sus padre—. Y hola papá.

—¡Aaaaah! Dice que está bien—expresó emocionada, como si le hubiera dado la mejor noticia del mundo—. Awww, mi JongWoon, te extraño mucho. Cuento los días para que sea verano. 

—Oh cierto, quería preguntarte algo— JongWoon miró a ambos lados y se acercó a la bocina para preguntar con más baja— ¿Puedo llevar a Heechul? ¿A la casa en Newport Beach?

—Por supuesto que sí, trae a los amigos que quieras—respondió su madre con tono alegre.

—¡Geniaaal!

—Escucha, escucha—su mamá puso el teléfono en la música que sonaba. Era Rocket Queen. ¿Cuándo iba a poder poner Rocket Queen en Corea sin que lo vieran extraño por los... gemidos?— ¿Esa banda te gusta verdad?

—Sí ma', esa canción me encanta.

—Ya mujer quiero hablar con él—sonó su padre desesperado. 

En Todos Mis Sentidos (Kyusung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora