XIII- Físico

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—¡Holaaa!—apareció Heechul en pijama, mirando la televisión apagada y la ausencia de su hermana—. Hoy no hay mucho movimiento, ¿eh?

JongWoon terminaba de servirse café, igualmente aún en pijama y con el cabello desordenado. había llegado algo tarde. Cuando ya todos dormían. A pesar de haber vivido su primer cita, maravillosa y divertida, también había quedado agotado por todo lo que habían caminado durante la exposición y las horas que estuvieron en el mini concierto donde Kyuhyun tomó más protagonismo. 

En definitiva, nunca iba a olvidar su primer cita con un chico. 

—Son apenas las nueve de la mañana, Heechul—el contrario bostezó y se acercó al refrigerador para buscar que hacer de desayuno. 

—Pues entonces no me siento tan animado.

—¿Como la pasaste ayer en el cargamento de mercancía?—le cuestionó con cierto tono burlón. JongWoon sabía que a veces era un trabajo pesado, otras no tanto. Y si Heechul detestaba trabajar en el almacén, como cargador era una verdadera tortura para él.

—Aún puedo moverme, que es lo importante. Heejin tiene tantos ayudantes y me molesta con esas cosas—bufó haciendo un puchero. Sacó del refrigerador algunos huevos—. ¿Qué en esta casa no comen? ¡Sólo hay esto!

—Heejin fue a comprar algo. Debemos esperarla. 

—Ni hablar. 

JongWoon terminó de barrer la cocina, y cuando estaba por comenzar en la sala, Heechul pegó un brinco hacía el sofá y lo miró atento.

—Ni creas que estás salvado—le amenazó volviendo a ponerse de pie—. Sé perfectamente que tú y yo tenemos una conversación pendiente—Jong rió bajito—. ¿Cómo está ese asunto de tu cita? He estado tan envuelto en mi propia miseria que olvidé acosarte hasta el último detalle.

JongWoon sintió que su corazón latía apresurado, se mordió el labio y miró a su amigo con emoción. 
—¿Estás listo?

—¡Oh, suena a qué me dará un ataque cardíaco!—Hee lo tomó del brazo y lo obligo a sentarse en el sillón frente a él—. Rápido, habla.

El muchacho tomó aire y soltó aquello que nunca creyó decir.
—Salí con Cho Kyuhyun—Heechul abrió los ojos como platos, llevándose una mano al pecho, miro todo a su alrededor, anonadado por lo que acababa de escuchar.

—¡Aaaaaaah!—gritó tan estrepitosamente que JongWoon tuvo que taparse los oídos—. Me estás mintiendo, bastardo, miserable, engreído—. Comenzó a golpearlo levemente con el primer cojín que pudo tomar. 

Jong levantó los hombros, quitándole importancia al que no le creyera.
—Si no me crees... Allá tu.

—¡Aaaaaah!— Volvió a gritar tan fuerte que Jong sólo espero escuchar a algún vecino ir a reclamarles. Aunque, si llevaban años conociendo como era Heechul, seguro ya no le tomaban tanta importancia. 

—Heechul, basta—lo regañó entre risas.

—¡Nada de basta!—exclamó tajantemente, acto seguido fingió hiperventilarse—. ¡Oh por el cielo! Estoy tan lleno de dudas. ¿Entonces no es heterosexual? ¿Cómo diablos empezó todo? ¿A dónde fueron? ¿Se besaron? ¿Hubo contacto físico? ¡Detalles, por favor! Me estoy muriendo.

JongWoon suspiró después de reír por el comportamiento de su amigo. Claramente, Heechul le había hablado de muchísimas citas y hasta de cosas que no necesitaba saber. Y él nunca había hablado de algo así, sólo de las cosas que vivía en Beverly Hills y lo que conocía del mundo.

Comenzó de la misma forma en la que todo ocurrió, desde el día que Cho descubrió su verdadero origen, pasando por sus peleas tontas sobre música, su gran habilidad para hacer rsbiar al castaño y el cómo le había confesado que era gay, claro, exceptuando detalles como su relación con Sungmin. También le habló de cómo aquella plática le hizo sentir más dudas sobre su sexualidad y que por ello quiso hacer ese tonto plan de besar a todo aquel que se dejara, pero al final, fue Kyuhyun quien lo beso.
Habló de los otros besos, y de cómo él, amablemente respetó la forma en la que protegía su libertad y sus decisiones. Hasta como llegó a convertirse en un heroe una noche anterior.

En Todos Mis Sentidos (Kyusung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora