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-"Estas entusiasmado por ver a tu padre~?" Mencionó la mujer caminando de la mano de su hijo quien se veía atento a las acciones de la maldición que los guiaba

-"No me agrada" El niño mencionó apuntando a Jogo

Al escucharlo, la maldición chasqueó la lengua mientras seguía caminando.

-"Aún nos faltan encontrar unos dedos de Sukuna, de casualidad, su alteza, sabría dónde estos se encuentran?" La maldición mencionó con cierto disgusto moviendo su mano de lado a lado hasta que notó que está había desaparecido

-"No seas codescendiente con mi madre, tratala cómo se debe" Ryo indicó con seriedad mientras lo apuntaba con su dedo

-"Oh cariño, no te enfades, sabes que esas cosas no me afectan" dijo suave la mujer acariciando el cabello del niño y observó a Jogo "Sé que uno de esos dedos lo tiene resguardado la familia Gojo" sonrió

-"Excelente, de todas formas nos faltan dos más"

-"Y qué te hace pensar que yo sé dónde están esos?" Preguntó sonriendo "Me acusas de ocultarlos? Porque si es así estás en todo lo correcto, y no se los voy a entregar a nadie por nada en el mundo, solo a mi esposo si me los pide"

-"De todas formas se los voy a dar, no sería más rápido que me los entregue a mi?" Extendió su mano hacía ella

Ryo dio un paso frente a su madre mirando en una mueca de disgusto a la maldición, pero se calmó al sentir las manos de su madre en sus hombros.

-"Osas insinuar que tus palabras son las palabras de Sukuna?" La mujer mantuvo su sonrisa amplia "Solo traenos a mi esposo-"

Fue lo único que pudo decir antes de ser arrastrada por una enorme maldición, Ryo se sorprendió por esto y no tardó en seguirla.

-"Cabeza de volcán! Encargate de que mi padre haga presencia y vea a mi madre!" El niño le exigió antes de brincar desde el edificio dónde se encontraban para ir hacia donde la maldición había arrastrado a su madre

-"Ooh! Aguijones en latigos! Eso es tan divertido! Atraviesan la piel y puedes arrastrar a tus presas tan fácil!" La mujer dijo riendo mientras estaba de cabezan colgando desde un latigo de la maldición, su pie había sido atravesado por uno de sus enormes aguijones y la maldición la estaba llevando a su boca para devorarla

-"Mamá!" Ryo gritó listo para enfrentarse a la maldición

-"No, cariño" mencionó tomando el latigo de la maldición con sus manos y cortandolo para caer al suelo de pie "Tú madre no es tan débil como crees, por favor" agregó sacándose el aguijón del pie "Oh, tiene veneno" dijo al notar como esa zona se volvía morada y se esparcia lentamente

En eso la maldición soltó un grito furioso y se acercó a devorarlos, pero Kyomi se volteó soplando a la misma, y esta salió volando hasta quedar aplastada contra otro edificio.

Gritos por doquier se oyeron, ya que las personas que estaban allí fueron aplastadas junto con la maldición, y las demás observaron aterrados.

-"Madre, los mato?" Ryo preguntó viendo como ella se sentaba

-"No es necesario" susurró arrancado la parte envenenada de su pierna antes que llegue a todo su cuerpo, lentamente otro miembro creciendo reemplazando el carente "...Al menos no a todos... Mami necesita algo de carne..."

-"Por supuesto" él asintió para ver a algunas personas, optó por una pareja, similares a la edad de su madre, los tomó de las manos y los obligó a seguirlos hasta llegar ante ella "Sientanse honrados de formar parte de la carne de mi madre" el niño dijo empujandolos y haciendo que queden de rodillas

Ambos estaban en shock, solo llorando y suplicando.

-"No se preocupen..." dijo suave tomando sus cabezas y acariciando sus cabellos "Van a seguir juntos... Esto no va a doler"

Al acabar esa frase arrancó la cabeza de los dos inmediatamente, para luego acercarse a sus cuerpos y abrir sus entrañas y poder comer de estas.

Ryo observó a su madre, un hilo de baba cayendo de su boca mientras la observaba comer, pero se mantuvo quieto, no queriendo interrumpirla.

-"Hijo mío... puedes servirte también" ella le sonrió haciendole un gesto y sonriendole con su boca teñida de rojo

Sin más, el niño se arrastró hacía ella para acompañarla.

-"Así que has tenido un hijo igual de cerdo que tú, eh mujer?" Una voz familiar para Kyomi sonó detrás de ellos

Ryo se levantó furioso enseguida por cómo habló a su madre, pero la mujer tomó su mano y lo hizo agachar, sujetando su cabeza.

-"Sukuna...Mi Rey... Si conseguimos tener a nuestro hijo!" Ella dijo con una gran sonrisa al ver la silueta del hombre y sentir su presencia, agachando la cabeza ante él

-"Madre..." el niño susurró mirándola con sorpresa

-"Shh cariño, aquí está tu padre ahora" ella susurró

Por alguna razón, este niño ahora detestaba a su padre, alzó levemente la mirada para verlo con furia, mientras la maldición le sonreía con burla cómo si él sólo fuese una basura.

-"Vas a tener que educarlo bien, quédense ahí comiendo como los cerdos que son, tengo una molestia con la que quiero acabar" Sukuna dijo riendo "Oh, y mujer" agregó volteando a verla "Cuando vuelva... Quiero aquellos dedos que faltan y tú guardas"

-"Por supuesto mi Rey" asintió sonriendo hasta que vio que se marchó

Mientras tanto, Ryo lo único que pensaba era en cómo liberarla de aquella maldición que es llamada amor.

La Reina Ha Vuelto - Kyomi (OC JJK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora