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Jimin movía suavemente los dedos de sus pies, después de mucho tiempo podía volver a mover sus dedos con más facilidad, sus padres lo miraban con una sonrisa sobre el rostro mientras lo alentaban.

— Te haz esforzado mucho mi niño, papá está orgulloso — su padre limpiaba las lágrimas de sus ojos mientras era consolado por su mujer.

Soo Jin le miraba con una gran sonrisa por su avance — Jims cada vez estás más cerca de volver a ser quien eras.

Ella apretó su hombro brindando sus buenas vibras, Jimin sin embargo le sonrió algo incómodo.

Sabía bien que su terapista no era mala persona y que de hecho ella era una gran impulsadora de su logro, pero aún así su Omega no podía dejar de estar alerta con ella.

Su lobo aullaba de dolor cada vez que la veía porque recordaba que su alfa y ella estuvieron una vez juntos.

Varias veces de hecho, le recordó su subconsciente.

Jimin odiaba esa voz, desde su accidente escuchaba diferentes palabras desalentadoras que no hacía más que entristecerlo.

— Creo que es todo por hoy, Jims puedes ir a casa — Soo Jin dijo en un tono triste que pasó desapercibido para todos, ella realmente se sentía mal.

Seo Joon cargo a su hijo y lo coloco sobre su silla de ruedas, la esposa agradeció varias veces a los joven terapista y Jimin en silencio abrazo su mochila para evitar ver a Soo Jin.

La situación era incómoda.

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Salieron de las instalaciones y su padre decidio recompensarlo con un delicioso almuerzo en su restaurante favorito, la familia llegó en poco tiempo y tomaron una mesa.

— ¿Y ya terminaste con ese degenerado? - dijo su padre "sutilmente" mientras limpiaba una inexistente pelusa sobre su camisa.

— No papá, Jungkookie es mi destinado, estaré con él toda la vida, nos casaremos y formaremos una manad...

— Por favor hijo, no me atormentes así, sabes que si tú decides ser devoto tendrás todo mi apoyo, serías Padre Jimin.

— No seas ridículo, Jimin ya no es casto — la mujer rodó los ojos — además nosotros creemos en la diosa luna.

-—¿Quién dice eso? A partir de ahora seré creyente, y nada me llenaría de orgullo más que ver a mi hijo como Padre.

— Papá no, amo a mi Jungkookie ya te lo dije, ¿Podrías aceptarlo?

— ¿A ese pelado? Nunca, ese desvergonzado no ha hecho más que molestarnos, todas nuestras peleas son por culpa de ese.

— Todas las peleas son por culpa tuya, alfa chillón, tú no aceptas al alfa de nuestro hijo.

— Yo soy el alfa de esta familia, ese intento de alfa no sabrá cuidar a nuestro bebé, mujer por favor entiende — dijo rogando.

— No, tú entiende, Jimin ya dejó de ser un cachorro, ¿Acaso no hueles su nuevo aroma? Tiene olor a Omega.

Seo Joon volteo a ver a su hijo y dramáticamente dijo:— Yo solo veo al cachorro que tomo mi dedo con fuerza cuando nació, veo al pequeño niño indefenso que cayó al andar en bicicleta, veo...

— Ves al Omega que pronto se enlazará con su alfa, no hagas dramas.

El alfa se apoyó en sus manos y asintió débilmente, su hijo ya no era un cachorro, ya no necesitaba ser su protector, su hijo había encontrado a su alfa.

Encima uno más pendejo, pensó el alfa lleno de tristeza.

— Está bien, aceptaré que Jungkook siga con su cortejo.

El celo de Jimin |Kookmin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora