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Papá solo necesitaba tiempo para asimilar que ahora su único hijo está siendo cortejado por un alfa, un alfa que por cierto le cae mal, comprendía que tal vez Jungkook se mostraba desafiante delante de su padre y que por esta razón la relación suegro-yerno sería un poco difícil de enfrentar.

Pero ni siquiera los ruegos de su padre lo harían cambiar de opinión, Jungkook es su alfa, eran destinados.

Todo era tan perfecto que lo asustaba, no todo le tiende a salir bien y ahora esperaba que nada rompa su pequeña burbuja llena de ilusiones porque sería jodido, más si se trataba de su alfa.

— Bien, estira un poco más — las instrucciones de su terapista lo sacaron de su nube de pensamientos — Jimin parece que te has tomado enserio los ejercicios que te deje para tu semana de celo, de hecho me atrevo a decir que haz adelantado el proceso.

Jimin sonrió avergonzado, él si había hecho ejercicios pero no como su terapista le había mandado, sino que se había sometido a una sexosa rutina que mantuvo con su alfa.

— Gracias — respondió tímido.

<<Que bien te llevas los créditos, nosotros sabemos que esto solo se debe al arduo trabajo de nuestro alfa>>

Jimin ignoro lo dicho por su lobo y siguió con los ejercicios, nunca antes había estado tan motivado como ahora, necesitaba volver a ser como antes.

Necesitaba volver a caminar, correr y bailar, sobre todo bailar.

La danza era su pasatiempo favorito desde siempre, esto fue lo mas difícil de aceptar cuando sufrió el accidente, no volver a bailar, fue una parte de su tortura.

Jimin trato de disipar esos pensamientos y tomo su celular para distraerse un poco y sonrió al notar la notificación de un mensaje de su alfa.
.
.
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Alfa🐇💕

Hola bonito💛

En diez paso a recogerte

Yo
Hola Kookie 🤍
Acabo de terminar,
te espero.

Alfa🐇💕

Está bien nene, nos vemos.

.
.
.

Jimin fue al estacionamiento del lugar, nunca antes había ido allí y para su mal el lugar parecía ser tétrico por la nula gente que había.

Jimin quería fundirse con su silla, cerro sus ojos contando del uno al diez para evitar el miedo.

Un casi inaudible grito provino de él al escuchar un sonido de pisadas.

— Hey Jims, ¿Qué haces aquí? — su terapista se acercó hasta él, Jimin se dio cuenta del cambio de ropa, era obvio que los doctores no vivían con batas celestes, pero eso no evitaba sorprenderlo.

Su terapista se veía más joven con su estilo más urbano, ella era lo que muchos alfas considerarían la "Omega perfecta".

La chica propuso acompañarlo hasta que llegase su alfa y mientras hablaban de trivialidades y reían un poco contando anécdotas, Jimin no pudo contener comentarle sobre su alfa.

— Eso es genial, no muchos encuentran a su destinados, Jims eres uno de los pocos suertudos.

Jimin se sintió feliz al escucharla, ella tenía razón no muchos destinados se encontraban, algunos formaban familias sin serlos.

El celo de Jimin |Kookmin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora