El celo de Jimin |Kookmin|

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Especial "el celo de mi alfa"

Jungkook sentía cada vez más calor, su pequeño novio arañaba su espalda mientras que gustosamente recibía sus embestidas.

— Ah! Googie — tan nublado de placer que hablaba como si fuese un cachorro de verdad.

El alfa tomo las piernas del menor y las coloco sobre sus hombros, agradecía que Jimin fuese muy flexible y que a pesar de que se encontraban en su cocina sobre su incómodo repostero, el Omega pudiera amoldarse al espacio.

— Uhm~ alfa — soltó en susurros.

— ¿Te gusta así, nene?

El Omega asintió con movimientos rápidos mientras volvía a aferrar sus uñas a la espalda del pelinegro.

Jungkook paseo sus manos por el cuerpo del pequeño rubio entre sus brazos, apretó los pezones con sus dedos y luego los succiono delicadamente.

El rebelde pelo rubio del Omega se movía de arriba abajo, despeinandose, tenía pequeños mechones pegados sobre su frente, las mejillas sonrosadas y los labios abultados.

Tan adorable y sexy al mismo tiempo.

Si solo bajaba su mirada hasta llegar a la unión de sus cuerpos podía sentir un cercano orgasmo visual, jamás podría cansarse de ver cómo su polla se hundía en el rubio.

— Eres demasiado hermoso, Omega, tan precioso y... — Jungkook ahogo un gemido al sentir como su polla era apresada por el interior del rubio — mierda bebé, quiero marcarte, tengo tantas ganas de hacerlo.

— Hazlo Jungkookie, haz... ¡Ah! — el alfa acortó la distancia, y lo beso.

Acarició su mejilla y Jimin se recostó en su toque, tan perfecto y suyo.

Mío, este Omega es mío.

Lo es, concordó su lobo.

Sin ninguna duda más, lamió la zona donde llevaría su marca antes de enterrar sus dientes, sintiendo pocas gotas de sangre derramada sobre la tersa piel.

— Alfa~ — el rubio se aferró a los hombros del contrario al sentir un subidón de sentimientos y pensamientos inexplicables.

Una torrencial de sensaciones que cubrió desde la punta de su pie hasta su último mechón de cabello, su Omega reconociendo a su alfa y el alfa a su Omega.

El orgasmo quedó en segundo plano cuando sus miradas se cruzaron, el alfa se mantenía quieto sin moverse ni un apice, solo miraba al Omega como su mayor adoración.

— Te amo — jamás había sentido sus palabras tan reales, desde el fondo de su pecho el alfa repitió— Te amo Park Jimin.

— Y yo Jungkookie, te amo mucho, ¡Dios! Te amo — sin esperar más ambos se unieron en un prolongado beso, uno que transmitía el amor que se juraban.

El alfa cargo delicadamente al rubio, todavía estaban unidos por el nudo, así que tuvo mucho cuidado hasta llevarlo a la comodidad de su habitación.

Se recostó suavemente sobre el colchón y dejo dormir al Omega sobre su pecho, tomo una pequeña manta y cubrió su cuerpo.

Antes de perder su racionalidad se tomo el tiempo de contemplar al rubio, peino su cabello y masajeó la zona, acarició la mejillas abultada recostada sobre él y delineó los gruesos labios.