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Sus ojos se abrieron en sopresa dejando soltar un grito ahogado, el estómago le comenzó a doler después de leer el contenido de aquella carta que le había sido enviada a ella....

"Sultana Raziye, las cosas en el Palacio no han ido bien, lamentablemente su madre, la Sultana Mahidevran, está en un estado realmente preocupante, se sospecha que fue envenenada, de verdad necesitamos de su ayuda, Mustafá pronto será asignado a su provincia y tenemos miedo de que algo grave pueda pasar en su ausencia"

Las palabras escritas en aquella pequeña carta enrollada la dejaron sin palabras, solo había pasado tres días desde que se fue del Palacio para vivir en el mismo lugar donde viviría con Rustem Bajá....

- Özlem Hatun, ve y diles a los Aghas que preparen mi carruaje, saldré ahora mismo al Palacio de Topkapi -  Ordenó una alterada Raziye

- Como deseé Sultana - Acato la orden antes de salir de sus aposentos...

La respiración era muy acelerada, sentía una presión en su pecho, tenía los pelos de punta, Raziye puso una mano en el pecho y trato de respirar hondamente para por lo menos lograr tener una respiración normal....

Aquello no le funcionaba, seguía sintiendo aquella presión en su pecho que no podía describir muy bien el como se sentía, en un intento de tranquilizarse empezó a mover sus manos involuntariamente....

Las puertas se abrieron dando paso a su esposo, Rustem Bajá, este caminó lo más rápido que pudo hasta llegar a su Sultana y abrazarla....

- Rustem debe de ser una broma esto, esto no puede estar pasando, no ahora - Dijo desesperante la mujer.....

- Lo siento Sultana pero no lo es -

Raziye se aferró aún más a los brazos de Rustem, está era una de las pocas veces dónde se mostraba vulnerable ante un hombre, pero no podía con las emociones consumiendo su alma y corazón unidos.....

- Rustem, debo de encontrar al culpable, no importa si eso llega a costar mi propia vida - Aseguró la jovencita de cabellos castaños....

- Rustem, debo de encontrar al culpable, no importa si eso llega a costar mi propia vida - Aseguró la jovencita de cabellos castaños

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Los pasos pesados y rápidos se escuchaban por todo el pasillo que conectaba a unos aposentos muy importantes en aquel Palacio...

No espero a que los Aghas que custodiaban las puertas de dichos aposentos le abrieran, ella las empujó acelerada para adentrarse en aquella habitación....

No pudo continuar su camino al ver a su madre tendida en la cama, siendo atendida por las doctoras quienes de inmediato hicieron reverencia ante su presencia....

Gran Monarquía:              Sangre MonarcaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora