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—Sé que tramas algo, Yong-bok, si es que ese es tu verdadero nombre. — Felix no contestó, a lo que Hyunjin le indicó que tomará asiento en la silla frente a su escritorio. Felix maldijo internamente, solo quería acostarse en su cama y dejar que el dolor de su cuerpo se fuera.

—No comprendo de que habla. — Felix mostraba una actitud relajada, esperaba poder engañar al hombre sexy frente a él. Hyunjin al ver que el contrario no mostraba indicios de moverse decidió acercarse él mismo, quedando tan cerca que ambos podían oler el perfume del contrario. Hwan tomó la barbilla de Felix con sus largos dedos y la levanto, haciendo que sus miradas se encontrarán. Felix detallo cada parte de la cara de su jefe. Sus ojos negros y afilados, como si pudieran ver a través de ti. Dejabo del ojo izquierdo hay un pequeño lunar qué lo adornanda maravillosamente. Sus labios gruesos con un ligero tono rojizo, le daban ganas de morderlos y dejarlos destrozados. Su mandíbula bien marcada, resaltando cada pequeño detalle en su rostro.

Felix trago duro, intentando relajar su cuerpo y su repentina erección, siendo imposible en el momento en que Hyunjin se hacerca a su odio y le susurra con voz rasposa, tan seca de él que podía sentir su aliento sobre su sabe piel, en un tono bajo como si alguien más lo pudiera escuchar dentro de esas cuatro paredes donde solo se encontraban ellos dos.

—Te estaré vigilando. —

—Entonces habré bien los ojos. —Felix soltó una pequeña risa y como si nada se dio vuelta sobre sus talones y salió de la oficina, ocasionando una leve sonrisa ladina en el rostro de Hwang.

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