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Morir. Quería morir. Era lo único  que se le venía a lamente a Felix en ese momento.¿A quién se le ocurre levantarse a las 6 de la mañana? Por diooos. Era su primera misión y su famosa prueba.

—Yong-bok, quita esa cara de culo, el jefe esta por venir. —dijo Jeongin perfectamente peinado y vestido con su traje negro. Mientras Felix traía la corbata desecha, la camisa medio fajada y unas enormes ojeras por haberse quedado despierto toda la noche jugando LOL.

—Oye ¿Que no eres menor que yo? Hablame con más respeto niñato. —dijo Felix con apenas un ojo abierto.

—¿Niñato? Tengo 21 idiota. —dijo Jeongin molesto.

—Y yo tengo 22! —señaló Felix soltando una risotada se burla hacia Jeongin —Te gane!

—Y yo tengo 24! —Critón Minho sin saber de que hablaban los otros dos.

—¿Pueden dejar de pelear por un minuto? —Pidió Seungmin harto de sus peleas constantes. Al lado de él estaba Minho comiendo unos snaks qué se robo de la cosina.

Las puertas de la mansión Hwang fueron abiertas, alertando a todos los que estaban en el enorme patio. Cada uno tomo su posición, formando dos filas, una de cada lado para dejar espacio a que pasara el jefe. Todos saludaron al mismo tiempo e hicieron una reverencia de 90 grados.

—Ya saben sus posisicines. A trabajar. —Amndo Hyunjin —Yong-bok, I.N, Seungmin. Ustedes tres vendrán conmigo. Lee know, ya sabes que hacer.

Los cuatro chicos contestaron simultáneamente un "sí señor" y se dirigieron a sus puestos. Jeongin abrió la puerta trasera de la limusina para que el señor Hwang entrará, mientras él se sentaba en el asiento del copiloto para que Felix manejará ya que era más grande que Jeongin. Antes de que Felix pudiera abrir la puerta del auto Hyunjin bajo el vidrio de la ventana.

—Lee, atrás. Jeongin, maneja tú. —Indico Hwan sin voltear a ver a ninguno de los dos. Estaba muy concentrado en su celular.

Ambos chicos se dirigieron a donde su jefe les había dicho y comenzaron el viaje. Felix y Jeongin volvieron a discutir en el auto por cosas sin importancia. Ambos insultandose hasta que Hyunjin puso su mano sobre la pierna de Felix. Este levanto una ceja en señal de asombro por la acción de su jefe, pero este no lo volteo a ver.

—Ambos, cállense. —dijo Hyunjin mientras apretaba más el muslo de su empleado, quien comenzaba a ponerse rojo de sus mejillas que daba un aspecto lindo resaltando sus pecas.

Ninguno dijo nada hasta que llegaron al lugar de la reunión. Era una casa grande, aunque pequeña a comparas ion de la mansión Hwang. Los tres entraron a la casa, siendo escoltados por los guardias del dueño de la casa. Los cundujeron a un cuarto con una pequeña mesa en el centro donde los tres se sentaron en el suelo, de la forma tradicional coreana.

Un hombre de más de 30 años entro a junto con sus escoltas y les dedico una agradable sonrisa. Felix pensó que era una buena persona hasta que el hombre volteo a verlo con una mirada de lujuria en sus ojos. Recorriendo cada parte de su cara, para después pasar a su cuello, pecho, abdomen y terminar en su parte baja. Se sintió realmente incómodo, quería salir partirle la cara a ese tipo con una parada pero tenía que mantener la calma. No podía quedar mal en frente de su jefe. Por otro lado, Hyunjin mantenía su expresión fría y sería que siempre tenía. Nada raro en él.

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