Clinica

1 0 0
                                    


Inquiri voluntario en el espacio monótono de sus andares ficticios y terminé en un hospicio seduciendo a los locos. Regresé por donde había venido, quedándome en la misma foto, y como de antaño un paño en un cuarto rojo borro mi desquicio.

Tengo por vicio pintar tu frescura cual si fueras una fruta en el huerto del señor, y mi inalcanzable amor te da una pizca de cordura. Mi pregunta hoy es que dan a mi locura tus errantes andares, si ni tiernos pesares viven ya en tus solturas.

Abogo a la amargura sobrante de tu vestido manchado para irme hacia un lugar bordado por los hilos faltantes.
Donde hay un sobrante hay un faltado y en este ciclo repetido y fallado hallé la clínica por amante.

Antología de un sueño perpetuoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora