Viejos cruceros, ruines bosques, arrugada neblina
Muchos febreros, letreros de nada, maromas huidas
Hasta la muerte te quiero, hasta la muerte mi vida.
Los faros de sangre, los astros suicidas, demonios se besan
Tienen ternura las almas malditas, luz por inercia
Visten de seda las que matan desnudas, viven sin tela
Son solo huesos y calaveras que por París deambulan.
Las ropas desgarran y las cavidades las sueñan
Desdichado circulas llevando comida a sus urbes hambrientas
Saciadas de llanto en campo santo juegan las muertas
Las verás a través del sombreado; de vicio y de mal se sustentan.
Te tiran la alfombra, quitan las trampas, abren la tierra
Puertas blancas se manchan de sangre augurios de guerra
Muestran los soles, elevan las flores, paraísos que tientan
El colmillo brilla y los lobos aúllan en las glorietas.
Las flechas, las piernas, el visitante, trompetas se abaten
No sabían el día ni la hora aún encomendados al padre.
Llega el jinete con la punta de la lanza bañada en sus lenguas
Conociste el infierno, inocencia por que parpadeaste?
Mentes yacen en sus miradas buenas y en sus palmas corazones laten
Mientras las rocas paren almas para vencer de nuevo
Los angeles con los cuerpos incendiados debaten
Y tú viendo el fuego terminaste tu juego quemandote.
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Antología de un sueño perpetuo
PoesiaRecopilación de poemas publicados en esta plataforma, pasaje por la nostalgia, el amor, la muerte y la ilusión.
