Antología de un sueño perpetuo

Luminiscencia

Tocando, tentando cosas.
Transformando rosas
En lugares amarillos
Alienado hasta los pétalos.
Por loco es que resido
Por loco de sentirte
Por loco de amarte.
Loco por transformarte
En mi flor silvestre.
A través de las hojas
Distraído, evaporado
En el verde intimo de tu escondrijo mágico
Hallé el sonido que te inmuta
Y el borde de un vestido floral te desnuda
Bajo la llovizna de mis lágrimas.

La grácil danza milagrosa
Te transforma.
Los interiores estímulos
Agazapan de templanza
A los expulsados del paraíso.
El infierno es intenso
Tu jardín el rojo vivo.
Bribón te percibo alterada
Certera trascendencia mística
Y la cábala artística
Le sostienen intacta.
Bajo el destello púrpura
Girando conjurada
Atenta, infinita.

Obsesivos amores de fluorescencia
Revelan las flores
Rodeando la aurora
Dentro de la llama
Alterna extraña
Saboreando el folclore.
Despierta, transformada
Purifica la percepción
Las puertas agita
Desde sus entrañas coloridas
Su alma inducida viaja
Hacia la fuente hipnótica
Por las mentes que divagan
Expeliendo la lógica
Redención del presente
Del tacto insurgente
En las fauces de la moda.

Poco la incómoda
Y poca la clemencia
En los aires de diferencia
La nariz acomoda.
En el desorden de las alcobas
Se hizo demente
Tomando setas alucinógenas.
Pero esos vicios mágicos
No dieron fin trágico
A su señalar melódico
Sino que pincelaron el cuadro
De su mundo pictórico
Del que soy un fanático.

Ya me ves errático
Acomodando el encantamiento
Un tanto somnoliento
De su haberme besado.
Muy despierto
El tercer ojo abierto
Porque en su grito he callado.
Y en su enfado infinito.
El ser es rosáceo.
Soñala tranquila
Tejiendo el espacio.