Antología de un sueño perpetuo

Piedras

Colores que levitan como frascos en la orilla y vientos que limitan el movimiento del corazón. Garras que rasguñan las ideas benditas, arañan el cuerpo hasta rasgar el corazón. Viajes hacia límites transformados en hojas y plantas sin animadversión, manos que alcanzan el peso de nuestro corazón. Caricias satinadas arrancan dimensiones esculpiendo formas hasta imitar el corazón. Lámparas que alumbran los pasillos del vacío y el brillo de una lupa que encuentra un animal silvestre en la jungla de cada corazón. Los dinosaurios de la imaginación, los romances, los genios flotantes, la llamada de una niña que anuncia la muerte. Estás en la suerte incorpórea de todo corazón. Las piedras inertes estallan creando otro mundo desde un corazón aún las intactas sienten amor, y si alguna crisálida se oculta por luto es insulto no enfrascarla en pasión, tras la naturaleza hay tumulto y en tringulos o en circulos encierran corazón. Los pájaros se divierten posando en su don, las alas nos advierten aire de corazón. Si nada te sorprende calma tu interior, en esa pluralidad adyacente serás su corazón.