Dulcinea

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Suenan pies de campanita en cada espacio de la casa
Colgaría una luna en los perlines de tu habitación
Tu cuna sería rosada, cobijita blanca y un peluche de Ariel
Pero Dios ya te forjó tu colchita de piel y engrosa para soportar el frió.
El techo se puede venir encima ahí está tu pelo para darme cobijo
En tus ojos puedo verlo a el y a veces lo llamo cuando te acaricio
Cuantas veces no he querido estar aquí y tú corres frente a mi
Me enseñas como debe de ser un hombre; libre.

Antología de un sueño perpetuo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora