Cansan los rostros, la euforia y la melancolía
Que se ocupa la noche y se pierde el día
Cansan las horas que se desperdician
Y cansan las horas que dan tributo
Cansa la sobriedad de la mística
Y la adicción a lo que en nosotros reside.
Cansan los amigos y las muchachas lindas.
Cansa que el corazón nunca se aleje
Tu mente cansa y mi mente
Cansa el andar de siempre
El lenguaje, los modales y la maldad
Cansa la versatilidad, la fluidez, la hiperactividad.
Cansa la dejadez, el abatimiento, la locura, el sentimiento
Cansa la estatura, la bondad, el color de piel,
Cansa el hermano, la madre, el hijo, el padre
Cansan las aguas donde aún no me ahogue.
La pereza, y la creatividad, y la sorpresa
Cansa la pobreza y cansa la verdad.
Cansan los cálculos, el nacimiento, el pentaculo, el triángulo y los edificios
Cansa el desquicio de entrelazarnos
Cansa la psicosis, las drogas y los cuerdos
Cansa el ojo abierto y los ojos cerrados.
Cansan los que escuchan y los que no han escuchado
Cansa el detrimento, la trascendencia, el espectáculo.
Cansan las máscaras los títeres y los titiriteros,
Cansan los bancos, el entretenimiento, los millonarios
Cansa el pueblo.
Cansan las sociedades y los secretos, las historias inventadas por los vencedores
Cansa la manipulación de los medios, en la política, el arte y el deporte.
Cansa el dinero.
Cansa entrar, ver a través de; cansa la intuición, cansa la música, cansa el amor.
Cansa saber, cegarse, jamás ver; la memoria.
Cansa no regresar, estar donde no estás, ir donde no vas; la experiencia
Cansa la ciencia y la fe, la contradicción
El pensamiento y la meditación.
Cansa el tantra, el mantra, el yoga, Tao Te
Cansa semana santa, el ramadán.
Cansan las aguas donde nunca te ahogas.
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Antología de un sueño perpetuo
PoetryRecopilación de poemas publicados en esta plataforma, pasaje por la nostalgia, el amor, la muerte y la ilusión.