Antología de un sueño perpetuo

Iceberg de un subconsciente

Quizás deba escribir acerca de lo que siento
Y reprocharle al viento que te viste y te desviste
Y cortarlo por todo lo que hiciste en su presencia.

Quizás no sea la mayor de mis ciencias el pensamiento
Y sea la injusticia que mis manos poetiza.
Mi camisa es mi bandera y la arrastro por el piso
Realmente no me importa si tus lágrimas hacen crecer la hierba.

Amo el reflejo en el espejo del que imita al que nunca será el mismo
Y cuando tú me tildas de narciso adoro mi característica
Puede que la mística sea parte de mi complejo
Puro verdejo que tu criollo paladar irrita.

Admito me han endulzado muchos te quieros y los míos imitan
Una vez escuche en una canción el sentimiento, leí en un poema el amor
Y antes de ponerme de cara al sol lo vi en una película.

Un mañana poseía, una tarde me llene de ansia, la noche es una porquería
Puedo creer que sientes cuando bailas enamorada
Cuando en su hombro te acurrucas, yo solo sé del filo de tu daga.

No hay más idilio, pacte con la egolatría, algún día me acostaré enamorado
Y en la sombra de mis tiernas pupilas atravesarán el frió de la peor pesadilla
Y quienes me miren como te miraba odiarán lo despiadada que puede ser una sonrisa.

Un parpadear de dos ojos bellos dejo para siempre la adoración castrada
El templo está cerrado y el santo cubierto yace muerta la esperanza
Aún escucho el eco del último rezo.

Conozco los lados de la fuerza y el uso de la palabra
Sople el polvo de la corteza y vi nada, las hojas caen y se desintegran
Dime mente ¿Que dios las salva?

Andando en la tierra recordé con un hechizo selle mis labios
Absorto la imagen de mi personalidad más allá de siete vidas contemplé
No pude remover el árbol, pero jamás oirán de mi un te amo.