Tendiste el beso al sol y el día tiene sexo
Poco a poco empezó a tenderse el invierno
Así se fue encendiendo más y más tu amor.
Las primaveras llegaron y las hojas cayeron
Sentíste la gloria, las sangres, los huesos
Las sanguijuelas, los muertos, la zopilotera
Pero tus pasillos siguieron siendo de cielo rosa.
Tu faro aún atrapa a las almas del naufragio
El teléfono púrpura suena entre los espejos
Llamo cómo siempre cuando estas levitando.
Transmites a mi lengua la claridad blasfema
Para ver la llama del humano que despierta
Donde es posible observar el paraíso deteriorado
Y el infinito que a contra mano se sustenta.
Dios en su esplendor por vos está esperando
De tu cintura y de tus ojos la vida se alimenta.+
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Antología de un sueño perpetuo
PoesíaRecopilación de poemas publicados en esta plataforma, pasaje por la nostalgia, el amor, la muerte y la ilusión.