- ¡Ummmggh! - Despertó algo confundido. - No se suponía que había muerto -. Recordando. - Me despedí de mis hijos y les agradecí por estar conmigo y que no se rendieran, les dije a mis nietos que siguieran sus sueños y finalmente a sus parejas que se cuidarán entre si. - Bueno es mejor decirles que estoy bien -.
Al salir de la cama noto que era demasiado grande y que las cobijas eran muy suaves, además podía caminar como si nada, no reconocía la habitación pero era muy grande, al encontrar la puerta, salió a un extenso pasillo.
- Raro -. Siguió pero ahora donde fuera que estuviera era cada vez más familiar, llegando al primer piso se dio cuenta que la ropa que llevaba parecía un camisón de algodón caro - ¡¿Eh! - Al mirar sus manos noto que eran pálidas. - ¿Qué? - Salió hacia el patio para tomar aire fresco al recargarse en una columna se dijo asi mismo. - Esto debe ser alguna alucinación o juego de mi mente, pronto estaré mejor -. Observo el exterior. - Valla que hermoso jardin se parece a mi casa de campo -. Se rió hasta que reacciono. - ¿Casa de campo?, Yo no tengo casa de campo solo en.... - Dándose cuenta de algo más, su pecho era ligero al tocarse se dio cuenta que estaba totalmente plano, dudando tocó su parte íntima notando que había un nuevo amigo. -¡¿QUÉ?! -
Gritó tan fuerte que despertó a varios empleados y los guardias corrieron hacia él.
- Joven Melet, ¿Le pasó algo? - Un guardia le pregunto.
- ¡Melet! - Volvió a gritar volteando visualizó un pozo con agua corriendo hacia el miro su reflejo -. Quedándose paralizado.
- Joven Melet -. Otra empleada se acercó viendo como trataba de tocarse la cara con una expresión extraña. - Usted está bie...
- ¡AAAAAAAAAAAAAH!
Grito fuerte que creyeron que las cuerdas vocales explotaría hasta que se desmayo después de dar dos pasos atras.
***
Después de unas horas despertó con un paño en su cara, al observar la habitación se dio cuenta que no era un sueño, moviéndose vio su cabello negro resbalando de su cuerpo, con nervios se dirigió al espejo, notando que su aspecto era el que estaba en el pozo.Al darse cuenta comenzó a llorar
- Volví -. Se agarró de su tocador mirando hacia a arriba diciendo - Gracias -. Llorando. - No es un sueño -. Se dijo así mismo. - Realmente volví a mi primera vida -. Siguió admirandose en el espejo. - Increíble veo exelente, al notar su aspecto físico dedujo que estaba entre los 15 o 16 años, logro encontrar un calendario, estaba en los 16. - Genial, ¡Agg! - De repente sintió una punzada en su pecho notando como su cuerpo se entumecía y empezaba a liberar un olor rosas.
- Valla olvide que aquí era donde me llevaban cuando estaba en celo -. Después de todo su celo era extremadamente riesgoso, la primera vez que entro en ese estado varios empleados terminaron inconscientes, siendo alfas, betas y omegas, incluso sus hermanos terminaron en un estado tipo etílico pero se recuperaron más rápido. De hay lo enviaban a la casa de campo para que se calmara, no permitiendo que los ayudantes se acercaran mucho a él.
Pasando la primera vida ya sabía como podía calmarse, recordando que su antigua vida fue un mar de emociones pero en su mayoría belles había dejado un legado en ella, al pensar en todo lo que había conseguido y las personas que había tenido lo hicieron sentir mejor.
Su celo termino esa misma noche, antes los empleados le decían que sus padres vendría una vez que terminara su celo pero siempre pasaba 2 o hasta 3 celos en esa casa y cuando regresaba a su casa no pasaban sus padres por él.
***
- Hola Rita, Buenos días Harold -. Saludo a dos trabajadores los cuales se quedaron extrañados.
- Ho-hola joven amo.
- Hola joven Melet.
Quedándose solo siguieron con una actitud extraña.
- ¿Has notado qué desde que el joven amo se desmayo en el jardín actúa de manera extraña? - Comento la mujer beta.
- Si -. Respondió el hombre. - Desde ese día, nos saluda con formalidad y hasta nos pide porfavor las cosas.
- ¿No habían dicho en la casa principal que él era un caprichoso e insolente?
- De hecho llegó así, con una mirada de soberbia.
***
Gin salió al jardin del patio trasero con unas tijeras al notar que una mujer regando las plantas se acercó a ella.
- Doroti -. Le hablo hasta que volteo.
- Joven amo -. Hizo una reverencia.
- ¿Puedo pedirte algo? - Tenía una sonrisa en su rostro sorprendiendo a la chica.
- Si-si -. Saco sus pequeñas tijeras.
- ¿Puedes cortarme el cabello? - Dejo impactada a la joven.
- Su-su cabello.
- Está muy largo -. Lo sostuvo y no era de extrañarse le llevaba a revisar la espalda.
- Pe-pero, su pelo es muy bonito, no-no creo que pueda.
- Ok, no te preocupes se lo pediré a alguien más -. Cuando dijo eso antes de alejarse temiendo que alguien pudiera realmente alguien dañará su cabello o que al nadie ser capaz de hacerlo él mismo trataría.
- ¡Esperé! - El Omega se volteo. - Perdón por gritarle, pero estoy dispuesta a retocar su pelo.
- Gracias.
Apesar de que solo pensaba en recortar un poco su joven amo le dijo que quería quitarse gran parte de el quedando totalmente cortó.
- Gracias -. Después de terminar llegó al espejo y le encantó su nuevo aspecto.
Durante tres días se dedicó a ayudar en las tareas domésticas a todos si ya les parecía raro después de su último celo ahora no sabían si realmente era él su joven amo.
- Joven Melet -. La Sra. Rita le hablo mientras limpiaba el comedor. - La Sra. Boiko vino a verlo.
Al oír ese apellido casi deja caer el aceite que usaba para limpiar y tenía una cara de felicidad enorme, corrió hacia la entrada solo para ver a una mujer de pelo azul marino, ojos grises, piel morena con un enorme vestido azul, al quedarse viendo, no se resistió comenzando a llorar de felicidad.
- ¡MAMÁ! - Corrió a abrazarla, a lo que su madre correspondió, en su primera vida nunca vino a buscarla personalmente, además, en su memoria casi nunca convivían juntos, su madre tenía la reputación de detestar a los Omega, siempre los veía con desprecio, al verlo sucio y sentir que estaba cubierto de mugre y lo apartó.
- ¿Qué te hicieron? - Pregunto preocupada, para después fulminar a los trabajadores.
- Mamá yo quise ayudar -. Seguía alegre, a lo que su madre colocó su mano en su frente.
- ¿Te sientes mal? , ¿Tienes fiebre? - Sostuvo a su hijo preocupado.
- No -. Volvió a abrazarlo. - Te extrañe mamá -. Respondió sollozando.
- Aquí estoy, amor -. Este momento lo atesoraria era la primera vez que su madre lo llamaba así de dulce.
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Mi Destino
Diversos¿Qué harías si tuvieras la oportunidad de corregir tus errores del pasado? Gin Melet la oveja negra, siendo un Omega dominante en una familia de alfas sintiendose todos los días inferior y creyendo que su familia lo despreciaba, cambia después de mo...