Sonó el timbre del microondas justo cuando ella entró en casa, volvía de trabajar.
Se pusieron a cenar y ella parecía cansada. Después de cenar se fueron a la cama.
El como de costumbre se quitó la camiseta y los pantalones y se metió en la cama mientras observaba como ella se quedaba en ropa interior, se empezaba a desabrochar el sujetador y lo dejaba caer suavemente en el suelo. Mordiéndose un labio empezó a buscar en el cajon de él para sacar una camiseta que usaría de pijama.
Cuando se iba a meter en la cama fue hacia el armario y sacó unas esposas. Las utilizó para atarle al cabecero. Después volvió a quitarse la camiseta quedándose sólo con ese tanga rojo. La camiseta la utilizo para vendarle los ojos. Se quitó la goma del pelo que tenía en la muñeca y se recogió el pelo. Él no veía nada pero notaba como la temperatura de su cuerpo iba aumentando.De pronto notó como sus calzoncillos se bajaban hasta las rodillas. El practicante inmóvil notaba como su pene palpitaba y se sentía nervioso. Poco después notó como la lengua de ella rozaba su vientre y se deslizaba alrededor de su ombligo. Poco a poco la lengua llegó a su pene y comenzó a deslizarse por el tronco hasta la cabeza en la cuál iba haciendo círculos.
A continuación empezó a meterse lentamente el pene en la boca y poco a poco aceleraba el ritmo. Cuando parecía que él iba a terminar ella paraba de golpe y se sacaba el pene de la boca rápidamente dejando el rastro de saliba que le goteaba de la boca en el vientre de él. A la tercera vez ella empezó a sentir como él no aguantaba más y empezó a abrir mas la boca y a introducir el pene más profundo llegando casi hasta la garganta. Empezó a empujar su cabeza y a aumentar la velocidad hasta que él terminó eyaculando en su boca.
Ella aguantó el semen en su boca y con los ojos llorosos le quitó el vendaje para mirarle a la cara, se acercó a su oido y se tragó el semen haciendo que él escuchara cómo bajaba por su garganta. El no podía contener la respiración y le latía el corazón con rapidez pero ella no había terminado.
Se soltó el pelo y se subió encima de su pene dándole la espalda. Él aún atado empezó a realizar movimientos con la cadera de suspensión mientras ella movía su cadera hacia delante y hacía atrás. Al aumentar la velocidad y la intensidad él empezó a tirar de las esposas y justo cuando ambos estaban terminando en el último tirón se rompió la cadena de las esposas por lo que el pudo agarrar del pelo a ella con fuerza y empujar con la cadera hasta que llegó al orgasmo.
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Historias de una noche.
Teen FictionEscenas eróticas sueltas,sin orden. Encuentros entre un hombre y una mujer sin seguir una historia. Sin nombres ni relaciones para que puedas elegir un personaje y meterte dentro siendo protagonista de la historia imaginando quién te acompaña. No te...