Historias de una noche.

La ducha

Él llegó de trabajar y dejó la mochila en la entrada.
Se quitó las zapatillas y se puso unas más cómodas.
Avanzaba por el pasillo y empezó a escuchar música.
La música salía del baño por lo qué abrió la puerta despacito para no hacer ruido y se asomó por la rendija para ver dentro.
Ahí estaba ella a punto de entrar en la ducha. Estaba bajándose el tanga. Este cayó sobre el suelo y ella abrió las mamparas de la ducha para meterse en ella.
Él se quitó la camiseta y se acercó a ella por su espalda para abrazarla por sorpresa. Ella al notar su torso pegarse a su espalda desplegó una sonrisa y se giró para besarle. El empezó a bajar sus manos por su cuerpo hasta llegar a las nalgas. Mientras seguían besándose ella le quitó el cinturón y desabrochó el botón de su pantalón.
A continuación bajó los pantalones y puso su mano en su pene, el cuál se podía sentir como iba aumentando su tamaño a la vez que palpitaba.
Ella le quitó los calzoncillos mientras se iba arrodillando. Él sacó el cinturón del pantalón y ató las manos de ella por detrás de su espalda. Ella sacó la lengua y empezó a lamer el glande el agarró su pelo haciendo una especie de nudo con su mano.
Tiró del pelo separando la cabeza de ella de su cuerpo. Ella abrió la boca y el empujó su cabeza para acercarla a su pene. Ella empezó a metérselo en la boca y una vez dentro empezó a jugar con su lengua. El empezó a sentir un hormigeo que le subía desde los pies hasta la cabeza y empujó a empujar la cebeza de ella para meterla más.
Ella empezó a hacer movimientos rápidos y él los acompañaba ayudando a mover su cabeza. El empezó a mirar al techo del baño y a sentir como se le arrugaban los dedos de los pies. Ella comenzaba a acelerar y él empujó su cabeza al máximo justo antes de correrse. Pasaron 15 segundos y él le quitó el cinturón para liberar sus manos. Se metieron en la ducha y ella puso el agua caliente. El mientras caía el agua sobre su espalda empezó a besarle el hombro pasándose lentamente al cuello. Ella estiró su brazo para agarrar su cabeza mientras el besaba su cuello.
El empezó a tocar el pubis de ella y poco a poco tocaba los labios los cuales estaban empapados de agua.
Empezó a masturbar su clítoris pero ella le dijo.
-No, dedos no-
-¿Entonces qué quieres?-
-La quiero entera-
Antes de terminar la frase el la agarro de la cintura y la acercó a su cuerpo. Ella puso las manos sobre el azulejo mojado haciendo que su cuerpo se inclinara.
El agarró su pene y lo introdujo bruscamente en la vagina. Ella soltó un suspiro y él comenzó a hacer movimientos rápidos y fuertes haciendo una penetración profunda.
El agua de sus cuerpos y la que caía del grifo ayudaba a una velocidad de penetración rápida y fluida. Según iba aumentando el ritmo ella trataba de agarrarse al azulejo pero sus uñas se deslizaban sobre éste mientras él agarraba su cintura con ambas manos cada vez más fuerte. Ella comenzó a gritar tapando el sonido de la música que pasó a quedarse de fondo.
Ella no le quedo otra que apoyar su cabeza en la pared mientras gritaba de placer hasta llegar al orgasmo.