Historias de una noche.

Jacuzzi

Él iba conduciendo, la noche ya había ocupado el horizonte provocando la total oscuridad.
Ella no sabía hacia dónde se dirigían por lo que se sentía intrigada.
Después de unos pocos kilómetros él tomó la salida y se dirigió hacia un polígono.
-¿Dónde vamos?- preguntó ella.
-Ya falta poco, ahora lo verás-. Contestó el con una sonrisa.
Efectivamente faltaba poco porque a unos 400 metros se detuvo el coche en la puerta de un motel.
El acercó el coche a la ventanilla de recepción, introdujo un código en la pantalla y la puerta se abrió.
Mientras la puerta se terminaba de abrir se veía en la pantalla habitación 18. Introdujo el coche hasta llegar a la habitación 18, aparcó el coche en el garaje y la puerta del garaje se comenzó a cerrar.
Ella un poco nerviosa subió hacia la habitación pensando que se iba a encontrar mientras él la perseguía con ganas de ver la habitación.
Al subir por las escaleras se encendió una luz de color rojo que iluminaba tenuemente la habitación.
Se podía apreciar una cama enorme en el centro de la habitación, justo encima de la cama había un espejo con forma de corazón y al fondo se podía apreciar un jacuzzi redondo.
Al lado del jacuzzi había una botella de champán y dos copas.
Ella sin dudarlo fue corriendo sobre la moqueta que cubría el suelo de la habitación hasta llegar al jacuzzi y comenzó a llenarlo.
Él se acercó por detrás la agarró la cintura y le preguntó.
-¿Te gusta la sorpresa?-
-Me encanta-
Ella se giró y le besó.
Mientras se besaban y se iba llenando el jacuzzi se iban poco a poco quitando prendas de ropa. Lo primero que se quitó ella fueron los zapatos. Al hacerlo sintió un gran alivio y comenzó a disfrutar de los besos y las caricias de él.
Él comenzó a besar su cuello mientras se desabrochaba la camisa y ella con sus manos le quitaba el cinturón.
Él agarró la camiseta de ella y tiró hacia arriba para quitarsela mientras ella levantaba los brazos para ayudar a quitársela.
Él miró de reojo el jacuzzi y vio que ya había alcanzado el nivel de agua a si que cerró el grifo.
-Ya está lleno- le dijo mientras probaba la temperatura del agua.
Ella se quitó el sujetador y lo dejó caer al suelo.
El se quitó la camisa y los pantalones y se volvió a acercar a ella. Comenzó a besarla de nuevo mientras la quitaba los pantalones.
Poco a poco se iban deslizando por su piernas hasta llegar al suelo. Ella sacó las piernas de las patas y se separó de él.
Se acercó al borde del jacuzzi y abrió la botella de champán.
Él se quitó los calzoncillos mientras ella servía en las copas. Él preparó espuma en el jacuzzi mientras ella se quitaba la parte inferior de su ropa interior. Al borde del jacuzzi ambos cogieron una copa y brindaron y se besaron.
Tras dar un trago entraron al jacuzzi, cada vez que iban metiendo más su cuerpo iban sintiendo el agua caliente pero no lo suficiente para quemarse.
Se sentaron uno en frente del otro y él encendió el jacuzzi para que comenzaran las burbujas.
Bebían y charlaban tranquilamente. Se sirvieron otra copa y siguieron charlando hasta que ella estiró su pie y comenzó a scariciar con este el pene de él.
Él se quedó mirándola y ella empezó a morderse el labio.
El se quedó callado y empezó a notar como su pene iba aumentando su tamaño mientras ella lo acariciaba.
Él inclinó la cabeza hacia atrás para relajarse y ella se abalanzó sobre él y se colocó encima.
Ella le quitó la copa de su mano a él se la bebió de un trago y empezó a besarle mientras movía su cadera sobre su vientre. Ella despegó su cadera del cuerpo de él y se colocó encima de su pene hasta poser introducírselo.
Una vez dentro comenzó a mover otra vez su cadera bajo el agua.
El se reclinó un poco haciendo que las burbujas le llegaran al pecho. Ella se agarró al mango que había en la pared para ayudarte a salir del jacuzzi y empezó a acelerar los movimientos.
Las gotas de su pelo se deslizaban por sus hombros hasta juntarse de nuevo con el agua del jacuzzi que entre los movimientos y las burbujas comenzaba a salpicar las paredes.
Cada vez lo hacía mas rápido y él empezó a respirar con fuerza. Él tenía la boca abierta y reproducía algún leve gemido mientras que ella comenzó a agarrarse el pelo y gemir. Segundos mas tarde el sonido del jacuzzi fue tapado por los gemidos de ambos hasta que llegaron al orgasmo. Ella se bajó de encima de él y se volvió a sentar en frente suya.
Él se puso de pie y ella se quedó admirando su cuerpo hasta que precedió a salirse del jacuzzi y secarse.