El sofá.

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El estaba sentado en el sofá, tenía el brazo izquierdo apoyado en el reposabrazos. En este se encontraba el mando de la televisión con el que jugaba él con su mano izquierda. La mano derecha descansaba sobre la pierna derecha la cuál estaba estirada en el suelo. Su mirada estaba fija en la televisión. Estaba jugando su equipo favorito.
Ella acababa de salir de la ducha y decidió llevarle algo de beber. Al entrar con los vasos en el salón le vio sentado en el sofá sin la camiseta tan concentrado que empezó a sonreír.
Le dejo el vaso en una mesa que estaba colocada al lado del sofá y el le agarró el brazo por la muñeca y la besó.
Ella notó un aumento de temperatura y se colocó sobre él, mirándole de frente.
Empezó a besarle el cuello pero él no perdía de vista la pantalla de la televisión. Hasta que ella se quitó la camiseta, no llevaba nada debajo, y cogió la mano derecha de el y la puso en su pecho. El se quedó mirando sus pechos y los comenzó a manosear suavemente dibujando círculos con sus dedos mientras los apretaba. Luego la cogió por la cintura y empezó a lamer al rededor de su pezón izquierdo. Sin levantar la lengua pasó a por el canalillo y volvió al pezón, esta vez si lo lamió y luego lo absorbió suavemente. Ella se bajó de encima para quitarse los pantalones y él hizo lo mismo mientras. Una vez desnudos ella volvió a colocarse de la misma manera. Acercó su vagina al pene y sin ayudarse de las manos se metió la punta. A pesar de que estaba muy mojado él lo sentía muy estrecho y ella bajaba muy despacio hasta que lo metió todo.
En ese momento ella suspiró,el la agarro la cintura con ambas manos y ella empezó a moverse hacia delante y detrás mientras el lo hacía de arriba a abajo. El sentía el calor y la humedad de su vagina en cada movimiento mientras notaba como el sudor le bajaba por la frente hasta las cejas y le resbalaba por el costado de su cuerpo y su espalda.
Ella a su vez notaba como el pene sufría palpitaciones y cada vez notaba como se iba hinchando haciendo que en sus paredes se notara el roce de las venas. El placer iba aumentando al son del ritmo y ella comenzó a agarrarse al respaldo del sofá para apretar con fuerza en los movimientos. De pronto el se levantó del sofá cogiendola en brazos y la tiró al sofa girando hacia la derecha sus cuerpos. Ella un poco asustada por el movimiento sintió como el se abalanzaba sobre ella y con ayuda de su mano volvía a meter su pene en la vagina. Agarró las piernas de ella y las levantó apoyándolas en sus hombros. Empezó a acelerar los movimientos y ella comenzó a gritar que fuera más deprisa. Él aumento aún mas el ritmo y ella con los ojos en blanco empezó a gemir su nombre mientras el eyaculaba fusionando sus orgasmos en sólo uno.

Historias de una noche.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora