〘🪄〙⎢ ❝No hay criaturas extrañas, solo personas con la mente cerrada❞
# Hogwarts Trilogy
⚯͛Harry Potter Fanfiction
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Joe Artemis Scamander, el único hijo del famoso escritor del libro "Animales fantásticos y dónde encont...
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◈════════ Andén ❾¾ ════════◈
1 de Septiembre de 1991
El último mes antes de Hogwarts estuvo muy tranquilo en la Residencia Scamander, Joe se la pasó jugando con sus animales mágicos, Newt en ocasiones se unía y en otras trabajaba, Tina tuvo menos trabajo del Ministerio y pudo pasar más tiempo con su esposo e hijo, pero había algo más, Tina al igual que Newt había quedado sorprendida de que Joe se hiciera amigo de Harry Potter, porque es el otro niño que se salvó de uno de los magos tenebrosos más poderoso de los últimos tiempos, pero luego estuvo feliz de que su hijo ya conociera a un niño que vería en su escuela y así no estaría solo.
Ahora en la mañana del primero de septiembre Joe Scamander se levantó y miró el calendario. Él sonrió emocionado, porque finalmente hoy era el día en el que iba a ir a su primer año en Hogwarts, la mejor escuela de magia de todas.
Cuando el joven castaño claro se sentó en la orilla de la cama noto que ninguno de sus animales estaba paseando por su habitación, pensó que tal vez todos se habían ido a la área de trabajo de su padre, pero que todos estuvieran ahí no podría ser posible, alguno debería de estar en la habitación durmiendo como de costumbre.
Joe se puso de pie y cuando quiso salir a revisar noto que en el pie de su cama estaba Pickett.
—Hola amigo —saludó Joe con una sonrisa, y se agachó un poco— Oye, ¿Sabes dónde están los demás? —preguntó, y Pickett asintió— Bien, ¿En dónde?
Pickett sonrió, y con su mano hecha de ramas señaló hacia abajo suyo. Joe frunció el ceño, se acercó y vio un maletín en el suelo delante de su cama.
—¿Y esto qué hace aquí? —Joe tomó el maletín para así sentarse— ¿Sabes qué es esto? —le preguntó a Pickett, quién sonrió y se encogió de hombros— Bueno...
Joe quitó los dos seguros de la maleta y la abrió, miró que había dentro y de repente un fuerte rugido de uno de sus animales lo sorprendió. Rápido cerró la maleta y le puso los seguros, y al entender lo que era el maletín sonrió ampliamente.
—No lo puedo creer... —murmuró el joven Scamander.
—Pues puedes creerlo —La voz de alguien se escuchó desde la puerta.
Dejando de ver la maleta Joe puso la mirada en la persona que estaba en su puerta, y al hacerlo pudo ver a su padre, quién entró en su habitación acercándose a él.
