La chica de las flores [Pedri Gonzalez]

Capítulo 13: Por fín

Pedri

— ¿Y a donde vamos? —Ali mueve sus dedos inquieta sobre su pierna desnuda. El vestido que lleva es de vuelo pero sentada en mi coche se le ha subido un poco y ahora solo cubre su ropa interior.

Alejo esos pensamientos y sonrío. Ella me mira curiosa.

— Si te lo digo no es sorpresa

— En realidad me siento un poco decepcionada conmigo misma

— ¿Por que?

— Tu me enseñaste sitios de tu isla y yo debería ser la que te esté llevando a un sitio sorpresa en mi ciudad —Lo dice tan obvia que me hace sonreír. 

— En realidad, no es algo como espectacular —Digo al momento intentando no matar sus ilusiones— Mas bien un sitio donde podamos estar tranquilos

— ¡Ah! Genial, entonces.

Lo cierto es que la estoy llevando por uno de los barrios mas ricos de Barcelona. Le he pedido el favor a Busi, el tiene un ático en el edificio con más altura de Barcelona y hay una vistas preciosas desde su terraza.

— Ona vive en este barrio —Comenta mirando por la ventana— La conociste en mi exposición, la morena que iba con Sira.

— La recuerdo. ¿Sois amigas desde hace mucho tiempo?

— Mhmhm —Asiente— Desde que me pasaron a su clase, ella iba con Sira todo el rato y yo con ella. Aunque choco mucho con ella por personalidad, es esa clase de chica que...

— Que.. —La invito a continuar intrigado.

— Le importa mucho el dinero ¿sabes? —Me mira como si ni ella misma lo comprendiera.

— Pues vaya...

Nunca me ha gustado la gente así y no trato de disimularlo ante las palabras de Ali. Ella se encoge de hombros y bufa levemente.

— No es mala amiga, que conste, pero no es la persona ideal en ese aspecto. Tampoco la culpo, sus padres la han educado así y para ellos lo único que importa es el dinero. —Ali me mira algo triste— Apenas valoran las dos hijas maravillosas que tienen, sobre todo a Emma ella si que es un amor.

— Supongo que hablas de la hermana de Ona

— Sí, Emma, muy maja, es dos años mas pequeña que yo pero cuatro años menor que su hermana. Y a la pobre la llevan enfilada pero Emma parece llevarlo bien. —Se corta de hablar cuando ve que he aparcado— ¿Es aquí?

— Aquí es

Se baja al momento del coche. Mira a su alrededor viéndose envuelta de altos edificios situados aquí exclusivamente para las vistas de Barcelona. Me pilla mirándola y sonríe divertida, frunce su nariz y me acerco hasta ella. Quizá pueda darle un beso antes de subir, quizá me deje besarla si quiera antes de decir una palabra más. Porque no aguanto más las ganas de que nuestros labios se encuentren de una vez.

— ¿Ali?

Pues no, de momento algo en el universo me impide de manera reiterada que bese a la chica rubia que me lleva de cabeza. Gracias a Dios esta vez no se trata de Sira, sino de una chica morena que se aproxima hasta ella con una sonrisa. Va acompañada de un chico alto, con camisa y bermudas. Elevo una ceja cuando noto la mirada de el sobre nosotros con superioridad.

— ¡Emma! ¡Hola! —Ali se aproxima hasta ella y le da un abrazo.— ¿Te puedes creer que justo le estaba hablando a Pedri de ti?

— ¿Si? —Emma parece divertida ante la frase de Emma y me mira instantáneamente— Entonces sabrás que soy Emma, encantada.