La vida de JiMin había comenzado a ir bien desde hace dos años. Con suerte dejó de trabajar para la compañía de su familia y creó su propio negocio, abrió una cafetería un poco alejada del centro de la ciudad pero completamente accesible para las personas a su alrededor, además de que esta pequeña cafetería también tenía los servicios de florería en la parte de enfrente.
JiMin había juntado las dos cosas que más amaba para poder crear su negocio.
Las flores y el café.
Dejar su casa y a sus padres fue una buena decisión, no se veía a él mismo siendo el director general de la empresa de autos de su padre cuando este decidiera jubilarse. No era fan de los autos deportivos, por lo tanto el puesto no le interesaba en lo más mínimo, por suerte, su padre parecía no importarle mucho las decisiones que JiMin tomaba, pues no le insistió en regresar y tampoco se quejó cuando este se enteró que su hijo había abierto una cafetería.
Al contrario, lo visitaban de vez en cuando en su horario de trabajo y charlaban un poco.
JiMin quería seguir sus propias reglas y tener su propio estilo de vida, vestir de traje con corbata y estar sentado frente a un computador con miles de correos que entregar y leer, no era precisamente su concepto de vida favorito. En realidad, si se ponía a pensar con tranquilidad, la nueva vida que llevaba ahora no era tan diferente de la antigua.
De igual formaba pasaba horas pegado a su computadora, promocionando la cafetería en sitios web de turismo, buscaba nueva información acerca de cómo atraer más clientes, la publicidad, que clase de promociones podía dar y un sinfín de cosas que le hacían mirar su ordenador fijamente casi todos los días.
Su vida estaba un poco más organizada desde que todo había comenzado a marchar bien. Encontró un buen departamento para vivir en una buena residencia cerca de su cafetería. El edificio era demasiado tranquilo, no había personas gritando en los pasillos ni ataques policíacos en la madrugada, o perros ladrando sin control alguno como en la esquina de su calle donde antes vivía con sus padres. Porque a pesar de vivían en una buena residencia de alta alcurnia, había mucho drama en esta.
Estaba rodeado de gente buena, abuelitas hogareñas y amables que solían regar las plantas de sus balcones, mascotas agradables y vecinos con futuros prometedores. No es que odiara a sus antiguos vecinos, pero era mil veces mejor tener a estos que los que solían gritar cada vez que tenía una pelea de pareja.
Tenía su propio horario de trabajo, había contratado a sus meseros y ayudantes de cocina, así como también quien le ayudará con las flores, él sólo se encargaba de toda la administración y de observar a cada cliente que entraba en su cafetería, tanto que ya conocía a la mayoría de ellos y era fácil darse cuenta cuando era un cliente nuevo.
Debido a su nueva forma de vivir, había implementado ciertos métodos para hacerle saber a la gente que su cafetería era especial. Empezando por el saludo que todos los días Yang Jeongin, su cajero, tenía que decirle a los clientes que entraban.
-¡Bienvenido a Fluffle Coffe and Flowers, donde le añadimos dulzura a su vida y flores con alegría!
-Por dios, ¿no han cambiado ese ridículo saludo?- la manera en que aquel hombre despreció su saludo hizo que Jeongin borrara poco a poco su sonrisa -¿Por qué todavía no renuncias?
El menor jugo con sus manos con algo de pena, evitando contestar la pregunta de aquel hombre.
-¿Por qué renunciaría? Me gusta mi trabajo. - murmuró el pelinegro, haciendo un pequeño puchero.
-Por favor, no puedes hablar en serio, parece que te obligan a decir eso todos los días.
Jeongin resistió la tentación de darle la razón, pues aunque no lo obligaban, la verdad es que era cansado tener que repetir eso todo el día, todos los días, cada vez que un nuevo cliente llegaba.
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LOVE UNTOLD | YoonMin
FanfictionAtrapado en un matrimonio por conveniencia con un hombre arrogante y obstinado, JiMin se ve en la tarea de inventar la más grande mentira que alguna vez haya dicho. No quiere casarse con un tipo al que le interesa más su propia apariencia que ser re...