Cuando pensaron en hacer una segunda ronda, realmente no creyeron que avanzarían más allá de lo normal. No cuando no estaban tan preparados para ello, después de todo, sólo habían venido a ver el lugar donde se llevaría a cabo la boda, fue un milagro que YoonGi haya decidido traer condones en caso de que se animarán a seguir adelante.
Pero cuando JiMin le pidió entrar en el juego de dominante y sumiso, se quedó tan anonadado que no supo qué responder durante los primeros minutos.
JiMin se estaba animando a hacer esto tal vez por el calor del momento, tal vez porque quería experimentar y conocer aquel lado de YoonGi que tanto anhelaba ver. Si bien en estos últimos días habían estado teniendo encuentros un poco calientes, nunca habían avanzado más allá.
Hasta hoy.
Ahora, JiMin se encontraba de nuevo arrodillado frente a YoonGi, quien estaba sentado en la cama con las piernas separadas y el rostro del menor en uno de sus muslos, muy cerca de su erección.
Tener a JiMin así de sumiso frente a él, con sus mejillas rojas, con el cuerpo caliente, la respiración agitada y los ojos brillando de lágrimas, le hizo sentir en el mismo cielo, admirando un ángel tan precioso lleno de sarcasmo y lujuria que le hacía perderse en su reino de perversión.
—Tus manos — YoonGi habló, JiMin pudo percibir una pizca de frialdad en sus palabras y no supo porqué aquel trató le gustó.
Obedeciendo, tendió sus manos frente a YoonGi, este las manos y con lentitud las llevó detrás de espalda, estirando sus brazos hasta cruzar sus muñecas detrás de él. JiMin jadeó bajito cuando el mayor tomó una de las toallas de baño para poder amarrarla alrededor de sus muñecas.
Su cuerpo se estremeció todavía más cuando sintió como aquella tela le apretaba, no era molesto pero le causaba una inquietud muy extraña, casi como si fuera una emoción indescriptible.
YoonGi no le prometió hacer mucho, de hecho, le dijo que sería cuidadoso en algunos aspectos puesto que no querían ser escuchados por cualquier residente que estuviera paseando cerca de su cuarto.
Sin embargo, eso no significa que fue lento y considerado. No cuando tendió el cuerpo del rubio sobre sus piernas, dejando al chico boca abajo y la vista de sus lindas nalgas frente a él. Comenzó a masajearlas con lentitud, buscando sacarle suaves suspiros y causándole temblores a su cuerpo.
—Shhh — YoonGi susurró arriba de él —. Tienes que permanecer callado, si no lo haces, te dolerá más.
JiMin asintió con dificultad, esperando impaciente por lo que YoonGi haría. Sin embargo, su corazón se detuvo unos segundos al mismo tiempo que soltó un fuerte grito, no quería ser ruidoso, pero YoonGi le había tomado por sorpresa y le había propinado un golpe en uno de sus muslos.
—¿Qué te dije sobre gritar?
—¡E-es que tu...! — JiMin se sorprendió de lo mucho que voz salió quebradiza —. Al menos debiste avisarme.
—¿Por qué tendría que hacerlo?
Las mejillas del más chico se pusieron todavía más rojas, porque él había accedido a meterse en esta situación sin importar que clase de método ocupará el mayor. Afortunadamente, el pelinegro le había dado algo así como una palabra de seguridad, en caso de que algo no le gustara, no obstante, aún después de recibir aquel golpe el trasero, todavía no era suficiente para ocupar la palabra de seguridad.
Volviendo a su posición actual, dejó que YoonGi siguiera en lo suyo. Apretó su labios tanto como para evitar soltar gemidos que lo pusieran en una situación peor, YoonGi volvió a golpearlo al menos tres o cuatro veces más, logrando que la carne bajo sus manos se pusiera roja de tantos golpes, cada uno más fuerte que el anterior.
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LOVE UNTOLD | YoonMin
FanfictionAtrapado en un matrimonio por conveniencia con un hombre arrogante y obstinado, JiMin se ve en la tarea de inventar la más grande mentira que alguna vez haya dicho. No quiere casarse con un tipo al que le interesa más su propia apariencia que ser re...