- Este año tendré que trabajar cuatro días en semana y necesito vuestra ayuda. Sabéis que tengo más lugares donde estar, y esa mansión es enorme.
– Me pregunto cuánta gente vivirá allí. Tiene que ser agobiante tanto espacio para una persona.
– Tiene vistas al mar desde cualquier lado de la mansión Sophie, el jefe de mi hermana es inmensamente rico y puede hacer lo que quiera.
– Ya, y seguro que se limpia el culo con billetes de cincuenta.
– Estáis locas chicas – las tres sonrieron divertidas.
– Tranquila cuñi, la peor soy yo. Soy la mala influencia de su hermana – Tn pegó a su mejor amiga en el hombro.
– Bien, ¿entonces cuento con vosotras?
– Sí cuñi.
Tn sonrió – Sabes que siempre te ayudo en vacaciones, además, si viene Sophie, de vez en cuando una puede sustituír a la otra. El señor no se dará cuenta.
– Este verano será diferente. No iré cuatro días por nada. Para empezar, vendrá toda su familia para los dos meses de vacaciones. Ellos y unos amigos de los nietos.
– No sabía que el señor Garp tuviera nietos. – comentó la menor.
Sophie abrazó a su amiga con una sonrisa pícara – ¿Cómo crees que serán?
– Sophie, Tn, quedáis avisadas, no podéis hacer nada con ellos. Apenas un par de palabras, nosotras somos las de la limpieza, no sus iguales.
– Lo sé hermanita, no te preocupes.
– Nunca es mucho para vosotras dos jovencitas.
Ambas se sonrieron.
– Os lo agradezco mucho chicas, de verdad.
– Por favor Makino, mis padres pensaban meterme en un internado o a trabajar con Hachi en su restaurante. Y todos sabemos que terminaría haciendo de niñera de Keimi. Los ricos me llaman más la atención.
– Hachi-san paga muy bien a sus empleados.
– ¡Makino! No compares el dinero de Hachi-san con el de Garp-san. Sophie sabe dónde se mete cuando aceptó tu propuesta. Claro que no intentará nada con sus nietos o los amigos de ellos. ¿Verdad Sophie?
– Sí.
– Pues no hay mucho tiempo que perder chicas, mañana vienen los Monkey D., y quiero dejar todo muy limpio para su bienvenida.
– ¿¡MAÑANA?! - ambas amigas se abrazaron asustadas.
Por otro lado, los tres hermanos se abrazaron tan asustados al escuchar el adverbio de tiempo.
– ¿Y por qué no avisas antes? – se quejó Ace.
– Sí, pensábamos que era la semana que viene – asintió Luffy.
– Menos mal que fui yo quien mandó las invitaciones a vuestros amigos. Ninguno puso queja alguna – el mayor se cruzó de brazos – Seguro que la señorita Makino ha dejado todo como los chorros del oro. Y puesto que estas vacaciones estaremos más personas más tiempo, vendrá más veces a limpiar. No quiero que la molestéis ni que os entrometáis. Sed buenos con ella, nos cuida la casa cuando no estamos.
– Ni siquiera sabemos cómo es abuelo – comentó Sabo – Aunque siempre somos amables con el personal. ¿Verdad chicos?
– Sabo, encárgate de que tus hermanos no pisen lo fregado.
– ¿Por qué yo? No soy su niñera.
– Pero a tí te escuchan.
Sabo fulminó con la mirada a sus hermanos – Ya podéis ser buenos, no pienso estresarme durante todo el verano con vuestras bromas. Quiero tener un verano tranquilo, disfrutando con Koala en el agua. ¿Entendido?
– ¡Entendido!
Los dos hermanos se pusieron en posición de soldado y asintieron.
– ¿Por qué me da que ninguno de vosotros me haréis caso?
– ¡Oye! – se quejaron Ace y Sabo.
– Mañana a las siete quiero las maletas y vuestros culos cargados en los coches. No quiero quejas. – gruñó Garp antes de irse.
– Llevad un par de mudas, cuatro pantalones y dos camisetas cada uno. Siempre váis iguales, y sólo saldréis de fiesta. Y el bañador por si se os ocurre salir a daros un baño en la playa. Debería tener el contacto de la señorita Makino, será lo primero que haga cuando llegue. Ella conocerá dónde están las toallas y la lavadora.
Los dos hermanos pelinegros se miraron cómplices.
Por la noche, ambas familias parecían cansadas.
Pero ninguna estaba preparada para lo que se venía en cuanto se encontrasen.
ESTÁS LEYENDO
Frío en verano - Contratiempo 1 (Sabo)
FanfictionTn sólo debía mantener una mansión limpia, a su pequeña familia feliz, y hacer su verano tranquilo. Sabo hacía mucho no volvía a casa, pero no lo hacía solo. Sabo quería estudiar, pero la curiosidad y la vida lo sacaron de casa. No debían estar junt...