20 - Té del amor.

93 11 0
                                    

– ¿Qué tal la noche? – Sabo miró divertido a su hermano mayor.

– ¿Por qué siento que tu noche fue mejor que la mía?

– Porque Adam Smith siempre tiene mejores planes.

– Fue una auténtica mierda. Había muchas chicas muy pegadas.

– Déjame adivinar, ninguna llamó tu atención.

– Exacto. Todas querían un lío.

– ¿No es eso lo que siempre buscas?

– Cuando estoy sexualmente frustrado.

– Pero lo estás.

– Solo hay una persona que puede quitarme ese deseo, pero no puedo tocarla.

– Vaya, qué pena. – Sabo se adelantó con una gran sonrisa.

Ace lo miró extrañado.

– Buenos días Sabo, Ace.

– Buenos días Tn.

– Tn.

– Sabo, su abuelo le solicitaba en el cuarto piso en veinte minutos.

Ella le sonrió de lado y él lo entendió.

– Está bien, iré ahora mismo.

– ¿No desayunas primero? – le preguntó Ace.

– Cuando baje. No tardaré mucho. Tn, ¿subes también?

– Sí, me toca limpiar ese piso ahora.

– Subiré contigo.

Ace se aclaró la garganta, pero les dio igual, subieron juntos hablando y riendo.

En cuanto llegaron al cuarto piso, dejó el cubo y la fregona, y se escondieron en la primera habitación que había.

Sabo la puso sobre la mesa, le bajó los pantalones, la besó, se bajó sus pantalones, la acercó a él, y entró de una estocada.

Su boca bajó a su cuello.

Ella gimió cerca de su oreja, lo que le dio ánimos para aumentar la velocidad.

– La fregona está aquí, ¿y Tn?

– Ace dijo que la vio subir con Sabo.

Ambos pararon al escuchar las voces afuera.

– No debe estar muy lejos.

– Seguro que lleva los cascos y la música a tope, miraré en los cuartos.

– Sophie, en una de estas están Garp y Sabo hablando de algo importante, no deberías entrar sin llamar.

– Makino tiene razón. Seré yo quien entre.

– Tampoco tú Dadán.

Tn se rió por lo bajo.

Sabo echó un vistazo rápido a la puerta – ¿Sales tú primero? Puedo aguantar aquí hasta que se vayan.

Ambos se iban vistiendo – Odio que nos interrumpan en algo tan importante.

– Lo sé. ¿Nos vemos cuando salgas?

– ¿En mi casa o en la tuya?

Sabo sonrió de lado – Podemos hacer que vemos una película hasta que se vayan y usar mi cuarto.

– Buen plan. Nos vemos en un rato, te quiero – le dio un beso rápido, y salió con los cascos.

– ¡Tn! Aquí estabas, ¿qué hacías?

Frío en verano - Contratiempo 1 (Sabo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora