Frío en verano - Contratiempo 1 (Sabo)

10 - No es una cita

– No vas muy arreglada para una cita.

– Porque no es una cita. Sólo saldremos a cenar y a hablar. Cualquiera puede hacer eso.

– ¿Como tú y yo?

– Como tú y yo.

– Oh, genial, invítame a cenar.

– Sophie, ¿por qué no sales con tu perfecto novio?

– Hemos quedado para ver una película de Jackie Chan, es su actor preferido.

– Genial.

– ¿Qué pasa con Ace?

– ¿Qué pasa con Ace? – Tn se giró confusa.

– He preguntado que qué pasa. Hoy estabas muy unida a él. Primero a Sabo claro, pero pronto has pasado a Ace. No me confundas Tn, no puedo shippearte con hermanos.

– Estás loca. No quiero que hagas eso con nadie. Ace ha dicho que quería ser mi amigo, ya está.

– ¿Has visto todas las reacciones de Sabo?

– ¿Qué pasa ahora?

– ¡Estaba celoso! Ha dejado a Koala con la palabra en la boca para defenderte. Y luego estaba triste cuando te has ido. Y creo que le hervía la sangre cuando te ha visto reír con Ace y darle ese codazo "amistoso". ¡Le gustas! Esta noche...

– Ni se te ocurra acabar esa frase.

– ¡Voy a decirle a Zoro que mañana haremos cita doble!

– ¡Sophie! – Tn corrió detrás de su amiga.

Sophie iba en cabeza en busca de su móvil riendo mientras Tn iba detrás frustrada.

Al final Tn se dio cuenta de que su móvil se encontraba en el bolsillo trasero de su amiga. Alargó el brazo, y se lo quitó.

Sophie se dio cuenta enseguida, se giró sorprendida.

– No quiero que digas nada. Sólo saldremos a cenar.

Cuando Sophie alargó el brazo para quitárselo, el timbre sonó, llamando la atención de las dos.

– ¡Tu príncipe!

– ¡Sophie!

Esta vez, no pudo pararla, ella ya estaba en la puerta sonriéndole al rubio.

– Hola Sabo-kun – canturreó.

– Sophie, hola otra vez.

– ¿Quieres pasar?

– Oh, no quiero molestar, gracias.

– Vamos chico, aquí dentro se está mejor. Tn no tardará en bajar.

Lo llevó al salón donde él se sentó y esperó mientras miraba su alrededor.

Sophie corrió a la cocina donde estaba su mejor amiga y la apuró.

– Cámbiate.

– Me gustan mis pantalones cortos con sudadera, gracias.

– El chico viene en camisa.

– ¿Y?

– Tienes un mono de tirantes informal que deberías estrenar para la ocasión. Corre.

Tn bufó, sabía que Sophie era cabezona, no tanto como ella, pero lo era.

Cuando ella subió, Sophie volvió al salón con el muchacho, se sentó a su lado y le sonrió de forma felina.

– ¿Y qué vas a hacer con mi amiga, Sabo-kun?

Sabo sonrió amable – La llevaré a cenar, y si ella quisiera, podríamos dar una vuelta cerca del mar.