CAPITULO 7

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Resumiendo parte de lo que está pasando, solo tengo una idea de que fue lo que poseyó a Dayana, tengo una pequeña teoría.

Puesto que solo una persona me llama "princesa" debo destacar que el nombre de esa persona empieza con La y termina con Ura, pero la gran pregunta es ¿Cómo diablos logro tomar total control de un cuerpo humano en vida?

No me iba a detener a preguntarle mientras me perforaba el pecho con un cuchillo de cocina, que como hizo para tomar el cuerpo de otra persona.

Mientras hacia fuerzas para liberarme de su agarre y así evitar que el cuchillo tocara mi corazón, mi gran amiga Terry tomo un tubo y corrío hacia ella.

-¡Ya basta Dayana! -grito Terry golpeándola con un tubo en la cabeza.

Ella solo agachó levemente la cabeza y su agarre se aflojó un poco.

Aproveche ese breve momento para agarrar aire para después safarme del agarre picandole un ojo con los dedos. Retire el cuchillo de mi pecho -ya tenia una pequeña parte incrustada en mi pecho- se empezó a llenar de sangre en un instante, extrañamente no dolía tanto como los otros golpes que recibí hace un buen tiempo.

-¿Tú también quieres morir, eh? -pregunto Dayana o almenos lo que la poseía.

Me dejó tirada en el piso y se dirigió hacia Terry.

-¡Tú problema es conmigo, no con ella! -Le grite haciendo presión en mi hermosa herida.

-¡Cierra la boca! -exclamó y me tiró un golpe a la cara el cual esquive y termino dando en la pared.

La pared literalmente se agrieto.

Luego tome el cuchillo y le corté en la pierna, exactamente entre la rodilla y el muslo.

-¡Solo le haces daño Camile! -grito Carolina-. He visto este caso con mi padre.

-¡Cállate! -le grito Dayana dirigiendose hacia ella-. ¡O la próxima serás tú!

-Tienes que hacerle daño con algo que no sea un arma.

El collar

¿Qué?

Hazle daño con el collar

Pero...

¡Solo inténtalo!

Seguiré tu consejo

Me quite el collar, lo enrrolle en mi mano y puse el diente entre mis nudillos.

Corrí hacia Dayana y la golpeé en el brazo.

Ella se detuvo en seco y cayó al piso de rodillas, parecía estar tranquila pero está vez temblaba ligeramente.

Me arrodille delante de ella y le levanté la cara para verla.

Se me pusieron los pelos de punta a ver el rostro de ella, estaba más que pálido, sus venas se brotaron y tomaron un color oscuro, un ojo está igual de dilatado que antes y el otro estaba en su normalidad, su rostro reflejaba solo una cosa: miedo.

-Camile, por favor ayúdame -me dijo casi en llanto y se empezó retorcer en el piso.

Los gritos de dolor fueron interrumpidos por carcajadas de diversión.

-¡¿Qué putas quieres Laura?! -le pregunté o mejor le grite.

-Quiero que mueras -dijo con sencillez.

-Tendras que morir tu primero -le dije-. ¡Ya deja a Dayana en paz!

-¿A quien? ¿A este recipiente? -inquirió-. Esto ya no tiene ningún valor, cuando la dejé ella moría al instante.

Camile Encanto De TiburónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora