Después de gritar el nombre de Pink, ahora conocida como Hadassa. Todos en la habitación se rieron un poco y luego se calmaron para todos charlar y reírnos un rato de todo lo que había pasado la noche anterior y en la pequeña parte del día que llevamos.Poco a poco hablamos de lo que éramos y así nos hacíamos más íntimos, llegue a saber cosas de Rasputia, llegue a saber cosas de Pink, todo fluía tranquilamente hasta que cada uno se fue a hacer algo.
Freya se fue a alimentar a los cachorros. Rasputia se fue a visitar a sus hijas. Hadassa...
Sentía algún tipo de familiaridad con ella.
Ella se quedó conmigo, no era que necesitara su compañía o que se lo halla pedido, ella se quedó solo porque quiso.
—Camile, quiero decirte algo —empezó a hablar ella despues de un rato de silencio.
—Puedes confiar en mí —le dije tranquila viendo al ventanal.
—De verdad no entiendo porque confías en mí, no me conoces, no sabes cuales son mis intenciones, no tienes idea de donde vengo.
—Continúa.
—Camile, corrimos, te ayude a ganar, te pagué con una caja de armas que no sabes de dónde la saqué.
—Ajá.
—Te dí una cerveza que no sabías que tenías.
—Bebimos una cerveza querrás decir —bufe y luego añadí en un tono cómico—: te recuerdo qué estabas...
—¡Sí, sí, sí! No es necesario que me lo recuerdes —solto ella elevando las manos.
—Hada, quiero decirte algo, a mí no me importa lo que halla pasado ayer, me importa más saber que sin importar que hicimos te quedaste aquí.
Tome una pausa para ponerme de pie con algo de dolor, esa costilla estaba afectando un poco mis pasos.
Forzosamente logré ponerme de pie para caminar hasta donde estaba Hadassa y me sente a su lado para pasarle un brazo por el hombro.
—Confío en ti, no te fuiste a la primera —le dije acariciándole el hombro— ¿Me ayudas a bajar? Pero antes quiero decirte algo.
Ella asintió a lo que empecé a hablar:
—Hadassa, con Freya viví más de nueve años encerrada en un reformatorio —le dije como si fuese una persona sabia—. Yo no pedí que ella se acercara, ella llegó a mi como si fuese un ángel, me enseñó cosas y ella aprendió cosas de mí. Nueve años, donde conocimos lo peor, donde fijamos metas, sueños, venganza; yo confío en ti porque tú llegaste a mí sin yo buscarte, sé que debo confiar en ti y es porque tú llegaste a mi sin que nadie te empujase a mí.
Guarde silencio y luego añadí:
—Ayudame a bajar, quiero ver las ganancias.
Ella sin responder sostuvo mi mano y me ayudó a ponerme de pie para ambas salir de la habitación y bajar las escaleras lentamente.
Freya estaba en la cocina con Rasputia, este le estaba enseñando a cocinar algo que olía exquisito, aunque conociendo a Freya y el olor de la vainilla, esa comida oleria de maravilla pero sabría a pesadilla.
¿Recuerdas la gracia que hizo con la avena y la sopa de tomate?
Que pesadilla para las que realizaban la limpieza.
Al bajar las escaleras, me detuve delante en medio de la gran hilera de coches, faltaba uno, mi coche.
—¡Freya! ¿Donde esta el azul?
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Camile Encanto De Tiburón
ParanormalSIPNOSIS: Una Isla con un gran misterio. Una chica con su vida destruída. El odio a una persona que cada día crecía más y más. Solo una cosa se interpondrá entre Camile y su destino. Él... ¿Logrará conseguir lo que quiere sin que nadie salga lastima...