CAPITULO 2

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Recapitulando todo lo que vieron anteriormente, muchas personas se preguntaran ¿Que paso realmente?

Para eso tengo que volver al pasado. A mi yo de siete años.

Luego de que mi madre muriera en mis brazos, llegó la ambulancia junto a la policía.

Entraron y encontraron al cadaver del hombre tirado en el piso y a mi abrazando el cuerpo de mi madre. Uno de ellos reviso el cuerpo del hombre, otros dos me apartaron de mi madre a lo que yo empecé a golpearlos inútilmente.

-¡Es Dimitri Franzuacht! -exclamo el hombre y uno de sus acompañantes me aparto de mi madre y puso un pañuelo en mi boca.

[...]


Dimitri Franzuacht ¿Quién es él? Pues la respuesta viene de Francia. La familia Franzuacht, familia multimillonaria de origen francés se asentó en la isla diez años después de la guerra, a su llegada compraron el astillero excepto el faro, el cual ya era propiedad de la familia de mi madre. Luego de comprar el astillero vieron que no resultaba económicamente, por lo que tomaron la iniciativa de fundar el pueblo "Prisma Azúl" en pocas palabras eran los dueños de la isla.

-¡Ey! Despierta princesa -escuché la voz de una mujer pero no preste atención alguna-. ¡Que despiertes carajo!

Sentí un gran golpe en el abdomen que me hizo perder el aliento y abrir los ojos. En ese instante reconocí a esa mujer, a la esposa de Dimitri.

Trate de moverme cosa que fue inútil, estaba amarrada a una silla. Estaba asustada ¿Que quería esa mujer conmigo?

Estábamos en una habitación oscura iluminada vagamente por una bombilla de techo de luz amarilla.

Trate de zafarme de los amarres en intentos vanos, los nudos estaban muy bien hechos.

-¿Sabes por qué estás aquí? -pregunto la mujer delante de mí. Yo solo guarde silencio mientras recuperaba el aliento, la mujer añadió-: ¡Eres la perra que asesinó a Dimitri!

-¡Y EL MATO A MI MADRE! -grité al recuperar algo de aliento.

-¡Ay ya princesa! Tu madre no valía nada, ya no hagas tanto drama -dijo y se acercó a mí.

-¡Y tú cállate perra! -escupi su cara con furia, quien se creía para decir que mi madre no valía-. Creo que dañe tus cinco kilos de maquillaje. Lastima que no halla gran cambio.

-Dimitri estuvo obsesionado toda la vida con tu madre -dijo mientras se limpiaba la cara-. No se que le veía en realidad -después de decir eso hizo una pausa un poco larga-. Solo sé que tengo a la hija de esa zorra, a la asesina... y lo que le vendrá a esa niña será peor que arder en las mismísimas llamas del infierno.

Al terminar de decir todo eso se dio media vuelta y camino hasta la puerta y añadió antes de cerrar la puerta.

-Toda suya chicos -dijo antes de cerrar la puerta, dejándome con los hombres que estaban con ella.

Uno de los hombres introdujo un trapo a mi boca y cubría mis labios con cinta, el otro hombre rasgo mi pantalón de pijama, bajo su pantalón y...

Abuso de mi, una y otra y otra vez.

Rogaba a que todo esto terminará, veía a el otro hombre para intentar tocar su alma para que evitará que me siguieran haciendo eso pero solo desviaba la mirada y reía con el otro disfrutando de lo que ellos llamaban "Una prostituta barata".

[...]


Después que el otro hombre abusara de mi, me vistieron con harapos y cubrieron mi cabeza con una capucha para luego subir en el maletero un coche.

Camile Encanto De TiburónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora