16. Fiesta De Pijamas

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Bakugou

Lo veo alejarse por los edificios, mientras intentaba retener mis lágrimas en vano. Me lanza una sonrisa y un beso, antes de desaparecer. No quería que se fuera pero tenia que hacerlo. Además, no podíamos arriesgarnos a que Kirishima lo viera.

—¡Bakugou!  —limpio rápidamente las lágrimas que habían salido al escucharlo— ¿Estas bien?

—¡¿Cómo mierda no voy a estar bien?!

—¿Estas llorando?

Aprieto los puños con fuerza, reteniendo las lágrimas que querían salir.

—¡¿Por qué mierda estaría llorando?! ¡No digas tonterías y cállate!

—Bakugou…

—Volvamos a la academia. Estoy cansado.

Empiezo a caminar, alejándome de allí. Kirishima me sigue, sin decir nada.

Al llegar a la academia, me dirijo inmediatamente hacia mi habitación. Cierro la puerta al entrar y me lanzo sobre la cama. Observo el anillo en mi mano mientras lágrimas salían de mis ojos como cascadas.

¿Por qué? ¿Por qué es tan difícil despedirme de ti?

¿Por que mi amor por ti es tan fuerte? Te amo tanto que duele. Verte alejarte de mi me destroza y me rompe por dentro. Es dejar de sentirte y todo dentro de mi se desmorona. Se rompe.

Deku dime…

¿Cómo sobrevivo no teniéndote a mi lado?

Después de eso me quedo dormido.


~~~


Llego al comedor, me siento en un sitio libre y empiezo a comer.

Ignoro todas las miradas que estaban sobre mí. No estaba de humor y mucho menos me apetecía hablar.

Al terminar me levanto, recojo todo y salgo de la cafetería.

—¡Ey Bakugou!

Iba de camino a mi habitación, cuando me detienen.

—¿Qué quieres Pikachu? —cuestiono molesto.

No tenía ganas de hablar.

—Esta noche vamos a hacer una pijamada. ¿Te apuntas?

¿Una pijamada? ¿Tengo cara de hacerlas?

Aunque…

Flashback

—¡Kacchan!

—¿Qué quieres Deku?

—¡Hagamos una pijamada esta noche!

—¿Una pijamada? —pregunto confuso.

—¡Si, será genial! Comeremos palomitas, veremos películas de miedo y nos dormiremos tarde. ¿A que es guay?

—Pues yo…

—¡Porfa! Lo pasaremos genial. —hace un puchero.

Mierda.

No podía negarle nada y menos si me miraba así.

Suspiro.

—Esta bien.

—¡Si! ¡Te amo, Kacchan!

Me sonrojo mientras me levanta entre sus brazos, me abraza con fuerza y me besa. Sonrío.

—Yo también te amo.

Todo por ti {Dekubaku}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora