7. Primera Vez

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Bakugou

¿Dónde estaba?

¿Qué era esto que sentía pegado a mi pecho?

Era cálido.

Muy cálido.

No quería dejar de sentirlo.

Cierro los ojos, dejándome llevar por la calidez.

Abro los ojos, desorientado.

¿Dónde estoy?

¿Y qué es esto tan cálido contra mi mejilla?

Paso la mano, intentando adivinar de que se trataba.

Estaba duro, pero a la vez era cálido y cómodo al tacto.

—¿Te gusta?

Me sobresalto al escuchar esa voz.

Levanto la cabeza, encontrándome con su traviesa sonrisa. Bajo la mirada y entonces me doy cuenta de lo que estaba tocando. Mis mejillas se vuelven como un tomate al darme cuenta de que lo que estaba tocando era el pecho de Deku.

Mierda.

Tapo mi cara, muerto de la vergüenza. No podía mirarlo a la cara después de esto.

—Bebé, ¿estas avergonzado?

—N-No.

Ríe.

—Bebé, no tienes que estar avergonzado. Soy tuyo ahora, por lo que puedes tocar todo lo que quieras.

—¿Todo lo que quiera?

Asiente—. Lo que quieras.

Acerco mi mano a su mejilla, acariciándola con suavidad. Sonríe, rodea mi cintura con su brazo, atrayéndome hacia él y une nuestros labios en un tierno y dulce beso.

Suspiro, rodeando su cuello con mis brazos y devolviéndole el beso.

Mete su lengua en mi boca. Jadeo al sentir su lengua junto a la mía. Me aferro a él mientras el beso sube de intensidad.

Gimo cuando lo siento apretar mi trasero. Suspiro al sentir como reparte besos por mi cuello.

—Deku…

—Eres tan tierno bebé, amo los sonidos que haces.

—N-No pares, por favor— pido entre gemidos.

Sonríe. Sigue repartiendo besos por mi cuello, añadiéndole una que otra mordida que provocaban descargas en mi parte baja.

Me coloco a horcajadas sobre él mientras nos volvemos a besar. Agarra el borde de mi camiseta, pasándola por mi cabeza y deshaciéndose de ella. Me sonrojo por su penetrante mirada.

Sonríe —. Me encantas. —dice para a continuación empezar a chupar y a morder mis pezones.

Gimo aferrándome a su cabello. Este conjunto de sensaciones me estaban volviendo loco. No quería que parará. No quería dejar de sentir.

Inconscientemente me empiezo a mover encima de él, ocasionando que su amigo de abajo creciera y que un sonoro gruñido saliera de lo más profundo de su garganta.

—Bebé como sigas provocándome así—susurra sobre mí cuello—. No voy a poder contenerme.

—N-No quiero que te contengas—gimo.

Grito al sentir como me agarra de la cintura, tumbándome en la cama. Se coloca sobre mi.

—No debiste decir eso — murmura, volviendo a atacar mi cuello. Gimo rodeándolo y aferrándome a él.

Todo por ti {Dekubaku}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora