8. Paseo

2.2K 160 66
                                    

Bakugou

—¿Un paseo? —pregunto, confuso.

—Si, llevas varias semanas aquí metido, así que he pensado que podríamos dar un paseo.

—¿Estas seguro? Podrían descubrirte. —menciono, preocupado. No quería que le hicieran daño.

Sonríe, acariciando mi mejilla con suavidad.

—Me hace muy feliz saber que te preocupas por mi, pero no tienes de que preocuparte. Los medios no conocen del todo mi verdadera identidad, además iré tapado para que no puedan reconocerme.

–Y… ¿no te asusta que pueda escaparme? — menciono burlón.

Ríe. —Podría, pero se que no lo harás— me abraza—. Confío en ti.

Sonrío, acurrucándome entre sus brazos. En ese momento recuerdo un pequeño detalle.

—Pero, ¿y si alguien me ve? Recuerda que todo el mundo me está buscando.

—Ya había pensado en eso— dice, enseñándome una gorra y unas gafas. —¿Te apetece ir de incógnito conmigo? —sonríe.

No puedo evitar reír. Era el mejor. Lo abrazo, besando sus labios con ternura.

—Me encantaría.

Sonríe, vuelve a besarme.


~~~


No podía evitar temblar mientras caminaba junto a Deku por la calle. Deku aprieta mi mano, tranquilizándome.

—Tranquilo bebé, todo irá bien. —sonríe.

Asiento. No había mucha gente por la calle, pero no podía evitar estar nervioso y más al ver todos los carteles de “se busca” con mi cara.

¿Cómo era posible que hace unas semanas estuviera deseando que me encontrarán y ahora deseaba que no lo hicieran?

Iba despistado, cuando de pronto siento como Deku me acerca a su cuerpo, rodeándome por la cintura. Sonríe, acerca sus labios a los míos y me besa con delicadeza. Suspiro, aferrándome a él.

—Todo estará bien, ¿vale? Nadie nos descubrirá. —asiento —. Venga, vamos—agarra mi mano y seguimos caminando.

Llegamos hasta una heladería, donde Deku me compra un helado.

—Aquí tienes—sonríe.

Me sonrojo, dejando un beso en su mejilla. No quería hablar mucho ya que cualquiera podría reconocerme por mi voz.

Seguimos caminando mientras me comía el helado. Poco después llegamos al parque. Por suerte no había mucha gente. Nos acercamos a un banco libre un poco alejado y nos sentamos. Apoyo la cabeza sobre su hombro, suspirando.

—¿Estas bien, bebé?

—Si, solo es que… es raro. Hace unas semanas hubiera echo lo que fuera por estar aquí de nuevo, pero ahora… no se, se siente raro. —confieso.

—Lo entiendo—sonríe —. Pero tranquilo, todo irá bien.

Asiento—. Mientras esté contigo, todo irá bien—lo abrazo.

—Te amo, Kacchan.

—Y yo a ti—nos besamos.

—¿Me esperas aquí un momento? Voy un momento a ese puesto de allí.

—Esta bien.

—No te vayas, ¿vale? —sonríe burlón.

Sonrío —. Nunca lo haría.

—Ahora vengo —deja un beso sobre mis labios antes de irse.

Sonrío mientras lo veo alejarse. Suspiro. Este era seguramente el momento perfecto para huir, pero sinceramente no tenía ninguna gana de hacerlo. Lo único que quería era estar con Deku, acurrucado entre sus brazos.

Estaba tan distraído pensando que no vi que alguien se acercaba hasta que estuvo justo a mi lado.

—¿Hola?

Me tenso al escuchar esa voz.

Una voz que reconocería en cualquier sitio.

No, no, no. Esto no podía ser verdad. Él no podía estar aquí, no podía.

Giro la cabeza, encontrándome con su sonrisa, esa que siempre tenía para todos. Pero esta vez notaba algo distinto en ella. Parecía triste.

—Hola, siento molestarte pero, ¿puedo preguntarte algo?

No, no lo hagas.

Asiento.

—Quería saber si por casualidad has visto a esta persona —me muestra una foto en la que salíamos los dos—. Es mi mejor amigo, hace unas semanas lo secuestraron y no sabemos nada de él. Estamos muy preocupados.

¿Estaban preocupados por mi?

Niego con la cabeza. No podía hablar. Me reconocería al instante.

Deku ven por favor, te necesito.

—Esta bien…, gracias de todas formas—hace una mueca triste. —Por cierto, me llamo Kirishima, ¿y tu?

Mierda.

¿Qué iba a hacer ahora?

—¿Bebé?

Me giro al escuchar su voz. Debe haber notado mi miedo y desesperación, ya que se acerca a mi. Rápidamente me levanto, acercándome a él y abrazándolo con fuerza.

Tenía miedo.

No quería que me alejaran de él.

—Tranquilo, ya estoy aquí— susurra, dejando un beso sobre mi mejilla.

Levanta la cabeza, dirigiendo la mirada al pelirrojo detrás de mí.

—Lo siento mucho joven, pero mi novio es muy tímido, no le gusta hablar con desconocidos.

—Oh esta bien, lo siento, no quería asustarlo.

—No te preocupes —sonríe —Por cierto, siento lo de tu mejor amigo, espero que lo encontréis pronto.

—Gracias. —se despide y se va.

—¿Estas bien, bebé?

—No se… —se me humedecen los ojos.

—Bebé —agarra mis mejillas y me quita las gafas, mirándome a los ojos—. Lo siento, tenía que haber llegado antes.—une nuestras frentes —. Perdóname. No volveré a dejarte solo.

Lo abrazo con fuerza.

—N-No ha sido tu c-culpa. S-Sólo es que… me ha sorprendido. No esperaba… volver a verlo.

—Tranquilo, bebé —acaricia mi espalda con suavidad—. Nadie te hará nada. No dejaré que te hagan daño.

—V-Vámonos a casa, p-por favor —pido entre sollozos.

—Esta bien. —Me sujeta entre sus brazos y empieza a caminar, lejos de allí.

Al llegar nos dirigimos a la habitación. Se tumba en la cama, conmigo entre sus brazos. Me acurruco en ellos.

No sabía cómo me sentía ahora mismo. Me sentía raro y lo único que quería era dejar de sentirme así.

Acerco mis labios a los suyos y lo beso. Fundiéndonos en nuestra burbuja llena de amor.

—Te amo—susurro sobre sus labios.

—Y yo a ti, Kacchan —sonríe, acariciando mi mejilla.

—No me dejes, por favor.

—Nunca te dejaré bebé, nunca— me abraza.

Me acurruco en su pecho y poco a poco voy quedándome dormido.

Todo por ti {Dekubaku}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora