27. Paz Antes De...

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Despierto al sentir a alguien repartir besos sobre mi cuello. Sonrío, acurrucándome más contra ese cálido cuerpo y mostrando aún más mi cuello, dejándolo a su merced y permitiendo que me hiciera todo lo que su corazón deseara.

—Que buen recibimiento —susurra sobre mi cuello.

—Que buen despertar —suspiro, sintiéndolo besar y lamer mi cuello.

—Exquisito —susurra. Me rodea la cintura entre tus brazos, acercándome más hacia él.

Mientras me derretía entre sus brazos, noto como una de sus manos se introducía dentro de mis pantalones y como sus caderas empezaban a moverse. En ese momento empiezo a gemir, a la vez que seguía derritiéndome por sus besos y lamidas en mi cuello. Poco después consigue llevarme a la locura, haciéndome explotar entre sus brazos.

—¿Esta bien? —pregunta mientras intento regular mi respiración.

—Perfectamente —susurro. Giro la cabeza y dejo un beso sobre sus labios —. Gracias por este maravilloso despertar. Te amo.

—Todo lo mejor para ti. —sonríe —. Te amo.

—¿Nos damos un baño? Estoy un poco pegajoso.

Se levanta, poniéndose de pie, seguido de cogerme a mi entre sus brazos y llevarme hasta el baño.

A entrar me deja sobre el lavamanos y se dirige a llenar la bañera. Mientras se llena, se acerca a mi, metiéndose entre mis piernas, rodeándome con sus brazos y escondiendo la cabeza en mi cuello.

—Al fin estas aquí...conmigo.

—Izuku...—acaricio su espalda con suavidad.

—Te he extrañado tanto, Kacchan. Desde que te alejaron de mí, no a habido día en el que no pensase en ti, en lo mucho que te extrañaba y en las ganas que tenia de matar a esos desgraciados.

—Ya no volverán a separarnos nunca. No permitiré que vuelvan a separarme de ti —lo abrazo con fuerza —. Te lo prometo, Izuku.

—Te amo Kacchan, con toda mi alma.

—Y yo a ti, Izuku.

Sellamos nuestros labios en un tierno beso.

Cuando se termina de llenar la bañera nos quitamos la ropa y nos metemos. Suspiro al sentir el agua caliente relajar mis músculos.  Sonrío, acurrucándome sobre su pecho al sentirlo colocarse detrás de mí.

Coloco la cabeza sobre su hombro y la echo para atrás, recibiendo un dulce beso en mi mejilla. Y otro. Y otro. Y otro más. No puedo evitar reír.

—Izukuuu.

—¿Quieres que pare?

—Nunca.

—Como desees —sigue besándome, pero esta vez en los labios.

Lo rodeo con mis brazos y piernas, aferrándome a él todo lo posible. Beso sus labios con amor e intensidad, negándome a soltarlos en un futuro próximo. El peliverde coloca las manos sobre mi cintura, acariciándola mientras sigue devorándome con sus labios.

Gimo y pego un bote al sentir uno de sus dedos tantear mi entrada. Escondo la cabeza en su cuello y lo abrazo más fuerte, a la vez que levantaba la cadera, dejando que sus dedos me prepararán. Lo deseaba, necesitaba que me hiciera suyo.

—D-Deku.

—¿Estas listo, bebé?

—S-Si, métela ya, p-por favor.

Tras decir eso, el peliverde no se hace de rogar. Nada más sentirlo, empiezo a bajar, introduciéndola en mi poco a poco. Suelto un sonoro gemido al sentirlo completamente dentro. Izuku suelta un gruñido.

Todo por ti {Dekubaku}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora