Todo por ti {Dekubaku}

19. Agridulce

Bakugou

—No puedo.

—Si, si puedes, inténtalo.

—No, no puedo hacerlo.

—Si, si puedes Kacchan. Yo confío en ti. —sonríe.

—¡He dicho que no puedo! —siento como las lágrimas empiezan a salir de mis ojos.

—Kacchan...

Se acerca rápidamente a mi, abrazándome con fuerza.

—N-No puedo—lloro, acurrucándome en su pecho—. P-Pídeme lo que sea, p-pero no me pidas que te haga daño—pido—. T-Todo menos e-eso.

—Kacchan estaré bien, no me harás daño, solo es un entrenamiento.

—Me da igual. No puedo pelear contra ti—sollozo—. N-No puedo hacer daño a la persona que amo.

—Shh, esta bien—me abraza más fuerte —. Se acabó el entrenamiento. Tranquilo, todo ira bien.

—T-Te amo, Deku.

—Yo mucho más, Kacchan —besa mis labios con ternura.

Deku me había propuesto fingir un enfrentamiento por si estando con los héroes tenía que enfrentarme a él en algún momento. Había aceptado, pero en el momento de empezar a atacar me congele dándome cuenta de la realidad.

No podía hacerle daño. No podía atacar y luchar contra la persona que amaba. No podría perdonarme jamás el hacerle daño.

No lo subestimaba ni mucho menos, yo sabía de sobra lo fuerte que Deku era y sabía lo capaz que era de defenderse de mis ataques. Pero no podía arriesgarme a que en un descuido o un error acabara haciéndole daño. No podría perdonármelo.

—Mi bebé.

—No quiero hacerte daño—susurro.

—Lose y yo tampoco quiero hacerte daño, pero se que llevarás cuidado para no hacerlo. Confío en ti.

—Pero, ¿y si yo no confío en mi? ¿Y si en un descuido te lanzo una explosión y te hago daño? ¿Y si...?

—Shh, tranquilo. Se que no lo harás. Eres el mejor héroe que conozco, se que podrás con ello.—me abraza con fuerza.

—N-No quiero hacerte daño… —sollozo sobre su pecho.

—Y no lo harás. Se que jamás me harías daño.

Besa mis labios con ternura, haciéndome suspirar y derretir. Amaba cuando me besaba y amaba la forma con la que lo hacía.

~~~

Deku

—¿Has terminado ya?

—¡Un minuto! —grita desde el interior del baño.

Sonrío, tumbándome mejor sobre la cama.

Después de un rato de películas Kacchan me había dicho que tenía una sorpresa para mí. Por lo que me encontraba en la habitación, tumbado en la cama esperando a que saliese del baño.

Tenía curiosidad, ¿Qué tipo de sorpresa sería?

Entonces la puerta empieza a abrirse. Levanto la cabeza y empiezo a sentir como mis ojos se saldrían ante lo que veían.

Kacchan estaba desnudo. Bueno, semidesnudo. Lo único que cubría su cuerpo eran unas medias de encaje y un body de encaje, compuesto de un sujetador y un tanga, ambos unidos por unas tiras de encaje. Le quedaba tan bien, se amoldaba perfectamente a su cuerpo.