Todo por ti {Dekubaku}

11. Visita

Deku

Siento como se me aprieta el corazón.

Mi bebé…

Mi bebé esta en peligro…

Me levanto como un rayo de la cama, saliendo de la habitación. Al salir me encuentro con uno de mis secuaces.

—¿A dónde va señor?

—No te importa, métete en tus asuntos—murmuro, molesto.

—¿Puedo preguntarle algo?

—Pero que sea rápido.

—El chico ese, ¿no será un peligro?

—¿El chico ese? — frunzo el ceño.

¿Estaba hablando de Kacchan?

—Si, el chico que secuestramos y los héroes rescataron.

Si, se refería a él.

—¿Qué pasa con él?

—¿No será un problema ahora que ha vuelto con los héroes? Quiero decir, ¿no tiene miedo de que nos traicione y revele el lugar de nuestra guarida?

—No, no tengo miedo. Jamás nos traicionaría.

—¿Cómo puede estar tan seguro de ello?

—Porque confío en él y eso es más que suficiente para mí.

Tras decir eso, salgo de allí.

Nada más salir subo a un edificio y voy saltando de uno en uno mientras me muevo por la ciudad.

Necesitaba saber que le ocurría, pero no sabía como hacerlo.

En ese momento dos personas que iban caminando llaman mi atención. Eran el pelirrojo y su amigo el Pikachu, como Kacchan lo llamaba.

Me acerco a ellos, pero sin que me vieran. A lo mejor así podía descubrir algo sobre mi bebé.

—¿Estas bien, Kiri?

—Si, solo es que estoy preocupado por Bakugou.

—Normal, es tu mejor amigo y que lo encierren así, no es muy agradable.

¿Encerrado?

¡¿Lo habían encerrado?!

Aprieto los puños con fuerza, lleno de ira.

—Si… ¿tu también crees que le ocurre algo?

—Tiene que ocurrirle algo sino, ¿Por qué se querría quedar con los villanos? ¿Tu crees que no le ocurre nada?

—No se, yo pienso que hay algo que no sabemos o que no estamos viendo.

—Puede ser, pero no se, todo esto es muy raro.

—Si…, muy raro. Por cierto, ¿hoy se podía visitar a Bakugou no?

—Si, hoy podrán visitarlo familiares y amigos.

Tras escuchar eso me voy de allí.

Hoy vería a mi bebé y tenía que estar preparado para ello. Hoy tendría que hacer la mejor actuación de mi vida.

Bakugou

Escucho como se abre la puerta, pero no miro, no quería ver a nadie.

—Bakugou tienes visita. —dice Aizawa.

No contesto, desde que estaba aquí no había hablado. Escucho unos pasos, tenía la cabeza escondida entre mis brazos, por lo que no podía ver quien era.