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❝ siempre seremos tú y yo contra el mundo...❞
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Todos se levantaron tarde el 26 de diciembre. Emma subió para cambiarse de ropa junto con Peter hasta la sala común de Gryffindor que se encontraba más silenciosa de lo que había estado últimamente, y muchos bostezos salpicaban las desganadas conversaciones.
Al terminar de cambiarse bajó y se encontró con sus tres amigos charlando con Peter.
- Bueno, veo que ya sé conocieron todos - dijo la castaña atandose el cabello en una coleta.
Ron y Harry las pusieron al tanto a Emma y Hermione de la conversación entre Madame Maxime y Hagrid, pero ellas no parecieron encontrar tan sorprendente la noticia de que Hagrid era un semigigante.
-Bueno, ya me lo imaginaba -dijo Hermione encogiéndose de hombros. -Sabía que no podía ser un gigante puro, porque miden unos siete metros de altura. Pero, la verdad, esa histeria con los gigantes... No creo que todos sean tan horribles. Son los mismos prejuicios que tiene la gente contra los hombres lobo. No es más que intolerancia, ¿verdad?
- Sí opino igual, o sea Remus es el hombre lobo más tierno que vas a conocer, claro que cuando no está transformado - se rió Emma.
- Que bueno que conoci a tu padrino cuando no había luna llena - comentó Peter recibiendo un codazo de su novia.
- Te lo buscaste - sonrió la ojiverde y Peter le robo un beso.
- Te lo buscaste - dijo el castaño encogiéndose de hombros.
- No empiecen a hacer esas cosas de novios enfrente nuestro, por favor - dijo Ron recibiendo un codazo de Hermione.
- Perdón Ronnie, no es mi culpa que no tengas a alguien que te quiera - dijo Emma y le tiro un almohadón. - ¿Qué hora es? - preguntó de repente.
- Las doce - respondió Harry. - ¿Por qué?
- ¿Tony dijo que iba a venir por nosotros a las doce o a las dos? - preguntó Emma mirando a Peter.