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❝No quiero lastimarte... solo quiero el huevo de oro...❞
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En el colegio había una tensión y emoción enormes en el ambiente. Las clases se interrumpieron al mediodía para que todos los alumnos tuvieran tiempo de bajar al cercado de los dragones. Aunque, naturalmente, aún no sabían lo que iban a encontrar allí.
Emma se sentía extrañamente distante de todos cuantos la rodeaban. Se encontraba en tal estado de nerviosismo, pero la alegró recibir cartas de sus seres queridos.
Hola Estrellita:
Todo ira bien mi amor. Relájate, respira y concéntrate en lo que tienes que hacer. Eres una Stark, hemos resuelto cosas peores, podrás con ese dragón. Desearía estar ahí contigo, pero todos te mandamos fuerza desde la distancia. Te amamos, Emma. ¡Suerte!
Papá
Hola Ly:
Deseo que te vaya bien con la primer prueba, podrás con esto. Ya se que no queres lastimar al dragón, pero si la cosa se complica sabes que tendrás que hacer algo.Se que sabrás como resolverlo, eres la persona más fuerte y valiente que conozco. ¡Suerte Hermosa!
Te ama y extraña, Peter<3
El tiempo pasaba de forma más rara que nunca, como a saltos, de manera que estaba sentada en su primera clase, Historia de la Magia, y al momento siguiente iba a comer… y de inmediato (¿por dónde se había ido la mañana, las últimas horas sin dragones?)
La profesora McGonagall entró en el Gran Comedor y fue a toda prisa hacia ellos. Muchos los observaban.
—Los campeones tienen que bajar ya a los terrenos del colegio… Tienen que prepararse para la primera prueba.